Los 3 escenarios de AHMSA ante deuda de 63 mil millones de pesos a Hacienda
Altos Hornos de México (AHMSA) se acogió al segundo y último periodo de prórroga permitido por la ley para negociar con sus acreedores la deuda reconocida en el Concurso Mercantil un pasivo financiero de 1,700 millones de dólares.
El viernes 26 de abril, el conciliador del proceso, Víctor Manuel Aguilera Gómez, solicitó la ampliación del plazo al juez Saúl Martínez Lira, quien ventila la causa judicial de AHMSA. Previo a esto, retiró del Juzgado Segundo de Distrito especializado en Concursos Mercantiles el acuerdo concursal, en el que ofertaba un convenio de pago a proveedores comunes con una quita o condonación del 94 por ciento.
Pero la solicitud, explicada al togado, fue por posibles cambios de orden fiscal que no se relacionaron con un cambio en la propuesta de la empresa a sus acreedores, a quienes les propuso pagarles solo el 6 por ciento de lo que se les debe, liquidando el 1 por ciento en efectivo y el 5 por ciento restante en parcialidades a 17 años.
El retiro del acuerdo fue por el anuncio del Gobierno federal de 3 nuevos adeudos a Hacienda, llamados créditos fiscales, correspondientes a los ejercicios fiscales de 2018 y 2019: dos de Minera del Norte S.A. (Minosa) por 25 mil millones de pesos cada uno, y uno de Altos Hornos de México (AHMSA) por 13 mil millones. Estos 63 mil millones de pesos, unos 3,710 millones de dólares al cambio actual, no eran contabilizados en su proyecto por los empresarios interesados en invertir en la siderúrgica. Este grupo de inversionistas, encabezados por Argentem Creek Partners, contemplaban una inversión global de alrededor de 2,200 millones de dólares para reactivar las 2 siderúrgicas de AHMSA ubicadas en Monclova.
El proyecto financiero también incluía las minas de carbón y de hierro de la siderúrgica, ubicadas en las regiones Carbonífera y Desierto de Coahuila y Chihuahua. La inyección progresiva de recursos económicos fue planificada en montos y fechas. Contemplaba el pago de salarios atrasados y liquidaciones de obreros y empleados, así como la reposición e instalación de nuevos equipos de producción.
Proyectaban otros 1,700 millones de dólares más para el pago de pasivos a sus acreedores privilegiados y comunes, pero la aparición de los nuevos créditos fiscales por 3,710 millones de dólares desmoronó el plan de reactivación escalonada de la acerera.
El convenio concursal fue retirado 10 días antes de que concluya la primera prórroga del período conciliatorio, y llevó al conciliador a solicitar el pasado viernes la segunda y última prórroga que la Ley de Concursos Mercantiles contempla para un proceso de este tipo. El retiro del acuerdo fue por los posibles cambios de orden fiscal que podrían presentarse en el caso de que AHMSA no pudiera demostrar que los 3,710 millones de dólares no los debe.
La empresa necesita acceder a sus libros fiscales, documentos digitales resguardados en servidores, computadoras dentro de Altos Hornos, con los que esperan mostrar que no tiene sustento el crédito fiscal que la Secretaría de Hacienda pretende cobrar. Víctor Manuel Aguilera Gómez, conciliador en el proceso legal de la siderúrgica monclovense, explicó que AHMSA señala que no es real la deuda fiscal de más de 3 mil millones de dólares. Agregó que él también así lo considera. Esta nueva deuda no está reconocida dentro del Concurso Mercantil. Hacienda, como Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, IMSS, Infonavit y otras dependencias, presentaron al Juzgado Segundo los adeudos de Altos Hornos no pagados y se les reconoció la deuda.
Los 63 mil millones de pesos de los créditos fiscales de 2018 y 2019 no los presentaron dentro del plazo indicado al Juzgado de Concursos Mercantiles. La estrategia de los empresarios de la acerera es llegar a los servidores y extraer de los libros fiscales las pruebas que demuestran que no existe ese crédito fiscal al SAT, porque los ejercicios fiscales atribuidos sí fueron cumplidos.
BLOQUEOS
Aguilera Gómez explicó que se buscó el diálogo con los obreros que bloquean las entradas a la industria, para pedirles que permitan el ingreso de personal y la salida de materiales para venta.
La metalúrgica requiere flujo económico para adquirir un software para realizar la auditoría de los ejercicios fiscales, pagar contadores especializados para ejecutar lo y hacer los procedimientos fiscales. Y electricidad, para encender las computadoras donde está la información requerida. Pero los obreros no quieren levantar el plantón.
Los trabajadores sindicalizados de las dos siderúrgicas de AHMSA se dividieron; unos sí aceptan abrir las puertas de la empresa para la extracción de materiales, otros no y se mantienen en los bloqueos. Trabajadores representados por Jesús Marines, obrero en activo, y Roberto Hernández Terrazas, trabajador retirado que espera el pago de su finiquito, consideran levantar el bloqueo. Ismael Leija Escalante, dirigente nacional del Sindicato Democrático y los secretarios generales locales de las secciones 147 y 288, Néstor Alejandro Torres Terrazas y Francisco Ríos Treviño, también están de acuerdo en levantar los bloqueos. Pero un grupo minoritario de obreros rebeldes rechazan la propuesta, que incluye el pago de tres semanas de salario de las más de 53 que se les deben.
Estos trabajadores consideran que se extraerá más material del que AHMSA dice requerir, para repartir las utilidades de sus ventas entre los socios. El proceso judicial conocido como Concurso Mercantil es un mecanismo legal cuyo objetivo es evitar el cierre de las empresas, y en caso de no conseguirlo, permitir que en lo posible los trabajadores y acreedores recuperen algo de lo que se les adeuda.
LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
El conciliador tiene como función buscar los mecanismos legales y financieros necesarios para evitar la desaparición de la empresa, la pérdida de los empleos y la generación de la riqueza que la compañía debe crear en su entorno inmediato y extendido. El conciliador, Víctor Manuel Aguilera Gómez, explicó que el futuro de la planta metalúrgica podría darse en diferentes escenarios.
El primero de ellos es la recuperación de la acerera, que se daría de forma lenta y escalonada, pero sólo si se dan varias condiciones. Expuso que la primera de estas es la obtención de flujo económico para que la empresa pueda acceder antes de julio a los libros fiscales y combatir de forma efectiva el cobro del crédito fiscal de 63 mil millones de pesos.
Con esto, los inversionistas iniciará el programa de rescate de AHMSA con el pago de salarios caídos y de terminaciones a personal que quedará fuera. Invertirían en restauración y reposición de equipo para la producción, y la planificación y pago de deuda reconocida en el juzgado de Concursos Mercantiles. Pero para llegar a este punto, por lo menos el 50 más 1 por ciento de la deuda a los acreedores privilegiados y el 30 por ciento de los créditos reconocidos a los alrededor de mil 460 acreedores comunes, deberán aceptar la quita, condonar el 94 por ciento de la deuda, y aceptar recuperar a 17 años sólo el 6 por ciento de las facturas vencidas.
Los privilegiados aceptaron el convenio, que para ellos es el pago del 100 por ciento de lo que la planta acerera les debe en un plazo de ocho años. Los comunes, quienes deben aceptar perder el 94 por ciento de lo que se les adeuda, aún no aceptan en su totalidad. Tiene que ser antes de julio, que es cuando se vence el plazo de la segunda prórroga.
LA QUIEBRA
En caso de no presentarse el rescate económico de la comerciante, el Juez dictará como sentencia la quiebra legal. Esto implicaría el cierre definitivo de AHMSA y su desaparición.
La metalúrgica sería rematada. La empresa les sería quitada a los socios propietarios para ser vendida. Los recursos obtenidos en el remate, se utilizarían para pagar las obligaciones legales con los trabajadores, luego las deudas con los acreedores privilegiados y lo que quede para cubrir los pasivos a los acreedores comunes.
Este panorama, explicó Aguilera Gómez, es complejo y largo. Sostuvo que pasarían años para que se rematen todos los bienes de AHMSA, y al final, todos los afectados recibirían “cacahuates de lo que se les debe, prácticamente nada”, dijo. Indicó que podrían pasar años para que se inicien los primeros pagos a los trabajadores, los primeros protegidos por la ley. Citó como ejemplo el caso de la empresa Mexicana de Aviación, que cerró en 2010, quebró en 2014, después de 4 años de concurso mercantil. Hasta julio de 2023 fue ratificada la sentencia para la venta de los bienes de la aerolínea.
En agosto de 2023, casi 14 años después, se entregaron los primeros pagos a extrabajadores de Mexicana por montos que no pasaron los 250 mil pesos. Obreros de Altos Hornos de México esperan el pago de sus finiquitos por salida voluntaria por un monto 8 veces mayor, de hasta 2 millones de pesos.
CREACIÓN DE UNA COOPERATIVA
Convertir AHMSA en una cooperativa es una posibilidad legal que sólo quedaría en papel. “(Los trabajadores) no tendrían la capacidad económica para invertir en la empresa para ponerla a operar”, explicó el conciliador. Levantar al monstruo de acero para volver a hacerlo productivo representa un costo imposible de solventar para los trabajadores, por lo que es inviable este proyecto, consideró el conciliador Aguilera Gómez.
Expuso que desde los más altos directivos hasta el último de los obreros, son trabajadores especializados y expertos en la producción de acero. Pero carecen de los recursos financieros necesarios para reparar, poner en operación y reponer equipos dañados, requeridos para la conversión del mineral natural de fierro en acero en sus diferentes presentaciones. El conciliador del Concurso Mercantil explicó que el único modo de mantener la producción de riqueza, las fuentes de empleo y nuevos contratos para proveedores y prestadores de servicio, es el rescate financiero de AHMSA.
De otro modo su cierre definitivo creará una recesión económica regional que tardará años en ser subsanada, dejará sin empleo a miles de trabajadores directos e indirectos y tendrán dificultades económicas con posibilidades escasas de un pronto finiquito como les debería corresponder. “Hay trabajadores que me dijeron que prefieren que AHMSA se vaya a la quiebra” explicó el conciliador Aguilera Gómez. Indicó que hay empresarios, proveedores, constructores y prestadores de servicios que no aceptan firmar el acuerdo concursal y que igualmente prefieren la quiebra de la empresa. Tal vez no alcanzan a comprender el daño económico que acarrearía al Estado el cierre definitivo de la industria, consideró. Altos Hornos de México tiene alrededor de 17 mil trabajadores sindicalizados y de confianza en las dos siderúrgicas, sus filiales y sus subsidiarias. “Sé que es muy duro. Pero es el único modo de garantizar que la empresa (AHMSA) siga y que genere nueva riqueza. Que permita nuevos contratos” expresó.
Comprometido con su encomienda, Víctor Manuel Aguilera Gómez, como conciliador en el Concurso Mercantil, hace todo lo que está al alcance de su mano para evitar la desaparición de la fuente de empleo y de la industria que (espera) creará más contratos y negocios con empresas locales y foráneas, que traerán nuevamente un flujo económico constante para Monclova y las regiones Centro y Carbonífera de Coahuila.
El proceso judicial conocido como Concurso Mercantil es un mecanismo legal cuyo objetivo es evitar el cierre de las empresas, y en caso de no conseguirlo, permitir que en lo posible los trabajadores y acreedores recuperen algo de lo que se les adeuda.