Juan Pablo Sánchez conquista Lerdo en toreada
El matador Juan Pablo Sánchez se anotó ayer un sonoro triunfo al cortar tres orejas en una triunfal tarde al alternar con el peruano Andrés Roca Rey, quien se fue sin tocar pelo, en la Plaza de Toros Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo, donde estuvo cerca de registrarse el lleno absoluto en los tendidos.
Se lidió un encierro de cuatro ejemplares procedentes de la ganadería jaliciense Pablo Moreno, bien presentados y de buen juego en general, quizá se hubiera deseado que mostraran más bravura; se destacó el tercero, que recibió vuelta al ruedo. Los aficionados laguneros realizaron una gran entrada en "La Plaza del Romance", para observar en vivo a la figura número uno de la tauromaquia mundial, pero los titulares se los ganó el torero de Aguascalientes, Juan Pablo Sánchez, quien demostró que está viviendo la mejor etapa de su carrera como matador.
FAENAS
Abrió plaza "Cantador", de 490 kilos de peso, castaño, listón, bragado, meano, para Juan Pablo Sánchez, vestido de rosa palo, perla y oro, quien recibió con Verónicas y remató con una media bien sentida, para dar paso a la puya. Al tomar la muleta inició con doblones y derechazos, ante un toro renuente a hacer el recorrido largo, mientras la banda interpretaba "De Torreón a Lerdo", Juan Pablo abrió con un molinete para dar paso a una tanda de derechazos bien ejecutados; la suerte suprema fue con una estocada poco tendida, el astado dobló rápidamente, pero se levantó, únicamente para buscar tablas y doblar nuevamente, por lo que el juez de plaza otorgó una oreja.
Siguió en suerte "Quillo", de 492 kilogramos, herrado con el número 400, negro, zaino, para Andrés Roca Rey, ataviado de corinto y oro, quien batalló ante un burel sin fuerza ni recorrido, aunque de buena presencia. El peruano abrevió con capote y lo hizo aún más con muleta, al encontrar pocas opciones frente a Su Majestad el toro; colocó una estocada tanto desprendida, para despedirse en silencio.
LO MEJOR
De la puerta de toriles salió "Pardito", de 500 kilos de peso, negro, bragado, meano, enmorrillado, cornivuelto, tocado del pitón izquierdo, cuya faena, Juan Pablo Sánchez brindó al respetable que realizó estruendosos aplausos desde los tendidos. Inició con una buena tanda de naturales a media altura, para seguir con derechazos bien rematados con pase de pecho; bien plantados los pies sobre la arena, Sánchez ejecutó Dosantinas y desplantes que encendieron la emoción en los aficionados, seguidas por una tanda de rodillas con molinete y derechazos, para rematar lanzando la muleta y quedando de rodillas "cara a cara" con el toro, momento cumbre. Clavó una estocada completa, un poco desprendida, pero letal, el toro dobló en el centro del ruedo y recibió el honor de dar la vuelta al mismo, mientras que el resultado artístico a la enorme faena, fue de dos orejas y la algarabía en los tendidos.
Cerroplaza "Mexicano", de 580 kilogramos, capacho, para Roca Rey, que ejecutó vistosas Gaoneras para demostrar sus deseos de triunfo, dio paso a la puya y la suerte de varas, para también brindar al público. Con Manoletinas, las emociones fueron en aumento, el toro pasaba a media altura y salía con la cabeza arriba, como si de una pintura se tratase; el maestro peruano exprimió hasta donde pudo al astado con la muleta, colocó un pinchazo en todo lo alto, un segundo pinchazo similar y finalmente, hundió hasta la empuñadura y el toro dobló, para despedirse el sudamericano entre opiniones divididas, aunque en un momento sí fue mayor la ovación para terminar la muy agradable tarde de toros.
