El candidato presidencial del opositor Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez. (ARCHIVO)
Este 2 de junio se llevarán a cabo las elecciones más grandes de la historia de México, pero el sistema electoral parece poco preparado para dar solución al abstencionismo y la decepción entre los votantes jóvenes ante el nivel de los candidatos, principalmente los presidenciales.
Un estudio de los investigadores José de Jesús García Ramírez y Jesús Moya Vela publicado en 2022 y resguardado en el repositorio institucional de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) plantea que los jóvenes mexicanos tienen mayores problemas para ejercer su ciudadanía de forma plena.
Partiendo de que la ciudadanía no es solo el ejercicio del voto, sino también la participación política dentro de la comunidad para la toma de decisiones al momento que se tiene una población excedente en un país subdesarrollado, debido a los niveles de desigualdad que existen se generan efectos que alteran el ejercicio democrático.
La primera de ellas es que la sobrepoblación afecta el control de los salarios a la baja y la precarización del trabajo, este al ser un lugar político, porque ahí el trabajador obtiene su ingreso para ejercer su lugar en la sociedad, ejemplo: pagando impuestos, comprando mercancía o acudiendo a encuentros sociales.
La existente desigualdad genera distinciones entre los sujetos ante las leyes y las instituciones, “provoca que los derechos ciudadanos no sean ejercidos, lo cual implica la aparición de procesos de exclusión”.
Tales procesos “crea que los gobiernos no tengan legitimidad”, plantean los investigadores, al agregar que se crea un rechazo hacia la democracia neoliberal, ya que los derechos políticos no pueden ejercerse, mientras las políticas públicas quedan “expropiadas” por capitales internacionales.
Además, la investigación señala que la desarticulación del Estado de bienestar en América Latina ha llevado a la eliminación “de una gran cantidad de derechos sociales”, entre ellos la disminución de posibilidades de obtener un trabajo digno que garantice independencia económica.
Dando como resultado que más de la mitad de los jóvenes mexicanos estén por debajo de la línea de pobreza y hasta un 81 % no alcancen un salario digno.
García Ramírez y Moya Vela concluyen que el contexto de desigualdad y el reconocimiento de los derechos civiles y políticos se contrapone con la pérdida de derechos sociales y laborales generando un rechazo no solo hacia lo electoral sino hacia las instituciones.
Ejemplificado con una menor participación en el ejercicio del voto a partir de los 19 años de edad, según datos del INE consultados por los investigadores.
En un ejercicio ciudadano, la influencer Ana Ceceña compartió una serie de entrevistas con jóvenes universitarios quienes afirmaban su interés en la política, pero consideraban la política nacional “un chiste” y optaban por llamar a incidir en el entorno local con la elección de legisladores y alcaldes.
Mientras la activista centennial zerokitkat compartió un mensaje animando a centrarse e investigar las propuestas políticas y no en la personalidad que ofrecen a través de sus campañas.
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