Quiero palomitas
El cine como forma de expresión y de creación de emociones es un medio plenamente abierto a diferentes tipos de voces, desde las basadas en las costumbres de la sociedad, las disonantes que buscan la reacción más que la aceptación, así como aquellas que adaptan su mensaje en busca de acción controlada o no.
Desgraciadamente, gracias a la globalización y a la presencia de las imágenes en nuestro entorno y vidas (porqué cree que la serie de Netflix se llama Black Mirror (Espejo Negro en castellano)), hacen que millones de personas estén atentas a propuestas visuales que les emocionen por lo menos unos instantes
Si no compruébelo usted, si lee esta frase "amorcito corazón, yo tengo tentación de un beso...", si ya tiene más 40 silbó la tonadita de la Chorreada de Nosotros Los Pobres. Pero ahora sí le pido a mis hijos menores de 25 años a que hagan el movimiento del trend "acertaste mis latidos", con todo y movimientos de brazos, mis hijas e hijo me van a decir " que oldie", a pesar de que este vídeo viral tiene apenas 3 o 4 años, ya no digamos del Harlem Shake o Gangam Style.
Es decir la duración de la imágen tiene una duración tan breve, que cada vez el cine obedece a la creación de productos que se vuelvan virales sin importar que contenido tengan, ni que tiempo duren. Así que la velocidad,el riesgo y el uso de nuevas tecnologías (drones, cgi y hasta Inteligencia Artificial) serán los que muevan al público a acercarse al cine.
Y más si la historia puede basarse en algo de la vida real, mencionando a la o a las marcas de los productos que se quieren vender, para que el público se deje llevar por la emoción de ka experiencia y compré sin cuestionar.
Ya este verano lo hizo Mattel con Barbie, y ahora Sony lo hace con Gran Turismo. Parece que ya estamos siendo bombardeados para los regalos de navidad y para ver estos catálogos tenemos que pagar.
Además el discurso de esta película es ensalzar que la actividad de gamer es una opción real en esta nueva economía, en donde los boomers ya no tienen cabida, ni sus expectativas ni sus ideas. Esta es la idea de que cualquiera puede hacer carrera con solo hacer vídeos o generar contenido y vivir viajando por todo el mundo, porque tú oficina no son cuatro paredes.
La película se basa en la historia real del piloto de carreras Jann Mardenborough, quien fue un gamer que desarrolló sus habilidades en los juegos de carrera, que lo llevaron a tener un lugar como piloto en el serial de autos Turismo.
Hasta aquí todo bien, pero la delgada línea entre el presentar una historia para entretener para generar un producto que a todas luces está hecho para que uno consuma o el videojuego, el PS5, uno modelo de Nissan, un walkman música licenciada por las compañías subsidiarias del gigante japonés de la tecnología.
Hay un público que la ha disfrutado, porque no les hace ruido que sea un producto prefabricado que busca una respuesta simple, el consumo. Si bien es entretenimiento, entonces se vislumbra que el cine se vuelva al servicio de los productos y no al de la construcción narrativa (guionistas) y a los personajes que desarrollen un buen personaje (actrices y actores).
Gran Turismo se convierte en el tráiler más grande que se ha dado a un videojuego, haciendo que cada gamer haga su propia historia. Si bien el mundo del videojuego ha avanzado mucho en narrativas en comparación que el cine, esta adaptación no es hacer algo diferente a lo que es un infomercial que sale en la televisión, algo de ficción que busca que creamos en el milagro de la voluntad, de los deseos y del querer es poder, por encima del conocimiento, el esfuerzo y la capacidad de mejorar la habilidades. Lo más seguro es que estemos ante una franquicia servirá para introducir nuevos productos, con el sentido más que de cine, de ser solo una feria de atracciónes.