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El Senado de Brasil aprobó ayer martes una ley que flexibiliza las normas de aprobación, registro y comercialización de pesticidas en el país, uno de los mayores productores agrícolas del mundo.
La nueva ley, apodada por los grupos ambientalistas como la "ley del veneno", traspasa al Ministerio de Agricultura la potestad para aprobar el uso de pesticidas y evaluar el nivel de riesgo que suponen estos tóxicos para la salud humana o para el medio ambiente.
Asimismo, acelera los plazos para la concesión de los permisos e introduce las licencias temporales, que pueden dar luz verde al uso de un nuevo pesticida en un plazo de 30 días.
El senador Luis Carlos Heinze explicó que, con las normas actuales, que datan de 1989, el proceso de aprobación de un nuevo pesticida puede demorar siete años, mientras que en Europa se conceden los permisos en cuestión de meses.
El proyecto aprobado elimina la prohibición del uso de productos para los que Brasil no dispone antídotos y también pone fin a la posibilidad de que se pueda impugnar el registro de un pesticida a partir de una protesta de organizaciones de consumidores y ecologistas, entre otros entes.