La increíble historia del teniente Humberto Mariles
El próximo viernes 23 de julio será la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, luego de una larga espera a consecuencia de la pandemia del COVID-19.
Con 128 atletas, México buscará destacar en diversos deportes y disciplinas, contando históricamente con 69 medallas (13 de oro, 24 de plata y 32 de bronce).
El máximo medallista de nuestro país está identificado como Joaquín Capilla, quien cuenta con cuatro medallas en total (1 de oro, 1 de plata y 2 de bronce).
EN LA HISTORIA
El primer mexicano que conquistó un oro en los Olímpicos fue el chihuahuense Humberto Mariles Cortés, quien se desempeñó como teniente coronel del Ejército Mexicano.
Fue en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 cuando Mariles, de 35 años en ese entonces, destacó en la equitación junto a su caballo Arete, un equino tuerto que enamoró a su equipo por su vigor y desempeño.
La destacada trayectoria de Arete orilló al equipo mexicano a sustituir al ya entrenado "Resorte" para acompañar al jinete a los Juegos Olímpicos.
Esta decisión molestó al presidente de ese entonces, Miguel Alemán, pues aseguró que la escuadra mexicana no tendría oportunidad de ganar y menos con un caballo que tenía una discapacidad.
Al viajar sin la "bendición" del propio presidente, el atleta fue detenido en Roma por la embajada mexicana, quien lo acusó de desacato, peculado y deserción, obligándolo a regresar a su país, sin embargo su buena relación con el embajador en función, Antonio Armendáriz, Humberto se quedó para competir, obteniendo un éxito rotundo en la gira de preparación.
La prueba de los Olímpicos fue en salto individual y santo por equipos, convirtiéndose en el único mexicano en conseguir dos medallas de oro y una más de bronce en prueba de equipos.
Además, tiene el título como el mexicano con más medallas en una sola edición.
Alberto Valdés Ramos, Rubén Uriza Castro y Joaquín Solano, son recordados como el equipo que lo apoyó en Londres y a quienes también se les atribuye el éxito en los Juegos.
Humberto Mariles no solamente es recordado por su paso en los Juegos Olímpicos, sino también por su manera de montar, pues en la disciplina desde 1920 usualmente el jinete echaba el cuerpo hacia atrás para ejecutar los saltos, sin embargo, el mexicano omitió lo convencional y se arriesgó por hacerlo moviéndose hacia enfrente.
Luego de su "rebeldía", el presidente Miguel Alemán le llamó personalmente para felicitarlo tras su regreso al país, creando un proyecto en el Campo Marte para promover el crecimiento del deporte.
A pesar de una larga construcción de dos años, en el cambio de administración al presidente Adolfo Ruíz Cortines se pararon las obras encabezadas por los arquitectos Fernando Parra Hernández, Fernando Beltrán Puga, Fernando Peña Castellanos y Óscar de Buen y se cambió el rumbo al ahora conocido Auditorio Nacional.
A PRISIÓN
La historia de Humberto no siempre fue de éxito y reconocimientos, pues en 1964, tras una noche de copas con amigos, el jinete se dirigía a casa y en un conflicto vial, disparó su arma militar calibre .38 en el abdomen de un hombre, quien murió al llegar al hospital por la magnitud de las heridas.
Mariles fue condenado a 20 años en prisión por homicidio, pero siete años después de ser encarcelado, logró cambiar el dictamen del Supremo Tribunal de Justicia y salió en libertad en 1971.
Un año más tarde, el teniente fue invitado a participar en el desfile del Palacio de los Deportes en 1972, donde regresó a ser el "héroe nacional" de los Juegos Olímpicos.
VIAJE 'FATAL' A PARÍS
En ese mismo año, Mariles se mudó a París, Francia, por "cuestiones familiares", sin embargo su hija Virginia Mariles, dijo que él fue enviado por el propio gobierno tras una petición en el desfile.
AÑOS
tenía Humberto Mariles cuando falleció en París, Francia.
"Un día después, acaso dos de aquel desfile, mi padre recibió una orden del gobierno: trasladarse a París. Nunca nos dijo el motivo. La petición le disgustó porque mi hermana Alicia estaba por casarse en esos días pero como siempre, por lealtad a las instituciones y como todo militar, cumplió con el cometido que le habían encargado. La única condición que puso fue que el viaje fuera lo más corto posible. Salió, no lo recuerdo bien, el 23 o el 24 de noviembre; yo misma lo llevé al aeropuerto. Me prometió que regresaría a la brevedad. En París, mi padre se encontró con dos individuos en un restorán y comió con ellos. Después se sabría que estos eran narcotraficantes y que al ser aprehendidos por la policía francesa y tras severos interrogatorios, comentaron que dentro de sus actividades anteriores habían estado con mi padre, en un lujoso restaurante. Nos avisaron por teléfono que mi padre había sido detenido y después, el 6 de diciembre (1972), es decir a dos semanas de que había partido de México, a través de la embajada mexicana nos comunicaron que había fallecido a causa de un edema pulmonar", se lee en el libro Medallistas Olímpicos Mexicanos.
El histórico atleta murió misteriosamente un 7 de diciembre de 1972 en París por presunto envenenamiento, el cual se le atribuye al narcotráfico francés, según algunos testimonios.