Fiesta del Santo Cristo, una tradición que sigue latente
La Fe y la tradición de los Saltillenses sigue más fuerte y viva que nunca, los festejos del Santo Cristo perduraron con júbilo estos días.
Luis Alfonso Rodríguez, secretario de Turismo de Coahuila, comentó que la fiesta del Santo Cristo representa también una oportunidad para exhaltar el turismo religioso, ya que se calcula que además de los más de cien mil saltillenses que visitan el recinto en un solo día, más de mil personas llegan para participar como danzantes o bien para instalar comercios.
Por parte de la Secretaría de Turismo del Estado, se ayuda a la promoción y preservación de las tradiciones, como la fiesta del Santo Cristo, que es una de las más reconocidas en Coahuila, esto también en apoyo turismo religioso.
Durante el novenario se calcula que la Catedral de Saltillo fue visitada por diez mil personas diariamente.
El secretario de Turismo resaltó que la celebración del Santo Cristo de Saltillo, representa una de las tradiciones más arraigadas, ya que la devoción supera a la del santo Patrono de la Ciudad que es Santiago Apóstol.
Normalmente la Cátedral representa el principal ícono de la capital del Estado, esta recibe más de un millón de visitantes ya que su hermosa arquitectura de estilo barroco y churriguresco atrae demasiado.
En lo que va de 2014 y según datos del municipio, se instalaron 450 negocios ambulantes que ofrecieron la más variada gastronomía, que incluyó tamales, menudo, barbacoa, gorditas, discada y muchos de los platillos típicos de la cocina norteña, señaló.
Además el orden público estuvo a cargo también de las autoridades municipales que dispusieron de 120 elementos para resguardar a la población, participó también Protección Civil en la seguridad de los visitantes, reportándose saldo blanco.
La tradición cuenta que en el amanecer de Saltillo, un seis de agosto de 1607, 30 años después de su fundación, arribó misteriosamente un burrito solitario llevando a cuestas un inusual cargamento, se trataba de la figura del Santo Cristo, a la que con el paso del tiempo se le erigió una capillita, muy diferente a la que hoy se le conoce.