Con las elecciones presidenciales de Estados Unidos acercándose y Donald Trump posicionándose fuertemente como candidato, es pertinente hacer una revisión en términos del desempeño económico de su período, para evaluar por qué tiene tanta popularidad. De acuerdo con las encuestas electorales realizadas hasta febrero en Estados Unidos, en promedio, Trump tiene 45% de los encuestados a su favor, mientras que el actual presidente Biden, promedia 42%, una cerrada contienda.
Para analizar la presidencia de Trump es necesario tomar en cuenta la pandemia, por lo que primero analizaremos cuáles fueron los resultados en sus primeros tres años, dado que la pandemia comienza a generar efectos al iniciar su último año. En comparación con los cinco presidentes previos a él (desde Reagan en 1981), en los primeros tres años de cada período, Trump logró el tercer mayor crecimiento acumulado del PIB, con 7.6%, pero si se considera que varios de ellos tuvieron más de un período como presidentes, comparando los primeros tres años de Trump con los primeros tres años de los segundos períodos, quedaría en último por debajo de Obama, que en cuarto lugar alcanzaría 8.3% de crecimiento acumulado.
Considerando otras variables en el mismo análisis, bajo los primeros tres años, Trump destaca principalmente en su tasa de desocupación, que alcanzó 3.6% al final de 2019, que significó el mejor registro en años; los salarios promedio crecieron 9% considerando inflación, junto a una relativa baja inflación de alimentos que tuvo en términos acumulados sólo 2.9%, la mejor por un buen margen.
Al comparar a Biden con Trump, es un poco más complejo, por la diferencia de sus contextos, particularmente es difícil de medir debido a la pandemia, pero considerando desde 2022, la economía creció 2.2%, que queda un poco por debajo del promedio de Trump (prepandemia). Otro factor que le da ventaja a Trump fue la inflación, considerando que nunca se superó una tasa de inflación de 3%, mientras que Biden ha mantenido inflaciones altas durante todo su periodo, incluso superando 8% en 2022. Es difícil discernir qué efectos son controlables por las administraciones y cuáles son exógenos, pero al menos en términos económicos, es difícil negar que Trump tiene una ventaja.
Una crítica fuerte que recibió Trump es el manejo de la pandemia, particularmente en materia de salud; sin embargo, económicamente fue más bien promedio, situándose como el país número 14 con menor caída porcentual de su PIB tras el Covid-19, cayendo 9.5% anual, una menor caída comparada con el promedio de la OCDE. Al inicio del primer trimestre de 2021, la economía ya había regresado a niveles prepandémicos y al finalizar el año había superado las proyecciones para ese periodo, que fueron realizadas antes de la crisis.
Trump se está posicionando como favorito para las elecciones de 2024, lo que lleva a plantear que se debe a su forma de conectar con gran parte de la población a través de sus discursos; sin embargo, si lo sostiene un trasfondo económico. En términos económicos, si bien es cierto que, al comenzar su período recibió una economía saludable, también mantuvo las tasas de crecimiento esperadas y una buena estabilidad económica a través de baja inflación, a la cual se le añaden sus contribuciones al empleo y el salario promedio de la población, que va alineado a su política de economía proteccionista. Al finalizar su período, debido al Covid-19 y una serie de decisiones controversiales, parecía que se le cerraban las puertas definitivamente a la Casa Blanca, pero ahora en 2024, con su posible regreso, es notable ver que, más allá de su persona y controversias, logró manejar adecuadamente la economía de su país.