Paul Auster, el gran escritor de Brooklyn
Park Slope es un vecindario al noroeste de Brooklyn, en Nueva York. La vista en este lugar se embriaga por las calles arboladas y los “brownstones”, las típicas casas neoyorkinas adosadas de color pardo. Paul Auster vivió allí, cerca de la Séptima Avenida. El crítico español Eduardo Lago llegó a escribir que el paisaje era similar al que aparece en películas como Smoke (1995) o Blue in the Face (1995).
Walt Withman también habitó en esta zona durante más de 28 años. El célebre poeta norteamericano evocó a Brooklyn en sus versos (cabe citar el poema “Croosing Brooklyn Bridge”) y abogó por el fomento de la cultura y las artes en el vecindario. También hay otros nombres importantes que pasaron por aquí: Arthur y Henry Miller, Tom Wolfe, Carson McCullers, Truman Capote, etcétera.
El propio Auster homenajeaba a Brooklyn en sus novelas. Entre las líneas de sus historias, la Gran Manzana aparecía como un personaje casi siempre protagonista. “Así es como empieza. El escenario es Nueva York…”, escribe al inicio de Fantasmas (1986), la segunda parte de La trilogía de Nueva York.
Según lo narrado en una entrevista que le realizó Eduardo Lago, Auster vivía en un “browstone” de tres plantas. Aunque el escritor nació en Newark, Nueva Jersey, en 1947, Nueva York siempre fue su hogar. Incluso se hizo seguidor de los Mets, equipo de béisbol que en ese entonces jugaba en Shea Stadium. ¿Pero por qué Brooklyn es tan añorado por artistas e intelectuales? Auster responde a Lago:
“Brooklyn es un lugar que tiene una atmósfera muy especial. Hay en este barrio algo misterioso que se te mete por debajo de la piel y se queda ahí. Brooklyn es un inventario del universo y tiene la pecularidad de que mientras en todas partes las diferencias étnicas y religiosas son una fuente potencial de conflictos, aquí se convive en armonía”.
Y precisamente fue en ese barrio donde Auster continúo pasando sus últimos años de vida. En marzo de 2023, su esposa, la escritora Siri Husvedt, dio a conocer que el escritor padecía cáncer (los médicos lo diagnosticaron en septiembre de 2022). La noticia estremeció al mundo literario y la familia agradeció el apoyo. En febrero pasado se publicó su última novela: Baumgartner (2024), donde un hombre de 71 años realiza una serie de remembranzas sobre su vida, lo que para algunos críticos ha supuesto un ejercicio de autoficción.
Pero el martes 30 de abril de 2024, el nombre de Paul Auster volvería a poblar los encabezados de los principales periódicos del mundo; ese día se anunció su muerte. Dos días después, Siri Husvedt narró que el escritor, Premio Princesa de Asturias 2006 y Medalla Carlos Fuentes 2017, dio su último suspiro en su biblioteca, la habitación que más amaba de su hogar. Estuvo rodeado por su familia.
EN VOZ DE UNA LECTORA
La poeta y periodista Sylvia Georgina Estrada descubrió la obra de Paul Auster mientras estudiaba en la Facultad de Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), en Saltillo. Tenía apenas 18 años de edad cuando leyó El cuaderno rojo (1993) y el texto le voló la cabeza.
“Me gustaba mucho la manera de contar historias de Paul Auster. Y entonces, creo que para quienes lo leímos en la juventud, se convirtió en un autor de esos a los que sigues en devoción y buscas todos sus libros. Leí La trilogía de Nueva York, leí El palacio de la luna (1989), también Tombuctú (1998) y varios de sus libros”.
Algunos compañeros de clase le prestaban libros de Auster. No obstante, ella hacía sus propias búsquedas en la Biblioteca Pública que se encuentra en la Alameda de Saltillo. Otros volúmenes los compró con sus primeros sueldos en la Feria del Libro Coahuila, que en ese entonces se realizaba en el Museo de las Aves.
“Es un autor al que seguí prácticamente durante mi primera juventud. Leí casi todo lo que él produjo. Y luego creo que lo dejé un poco abandonado hasta que hizo estas otras obras de madurez en el siglo XXI. Además fue un cambio de estilo: las primeras novelas de Paul Auster eran breves y sus últimas novelas de madurez ya eran obras mucho más grandes. La de 4, 3, 2, 1 (2017), ya es una novela de más de 600 páginas”.
Autora de libros como Casa abierta: conversaciones con 30 poetas (2021) y Músicas (2021), además de coordinar el libro de ensayos Los Bowles. Lecturas y aproximaciones a la vida de Jane y Paul (2023) junto a su esposo, el escritor Julián Herbert, Sylvia Georgina Estrada acentúa también en la relación que Siri Husvedt y Paul Auster tuvieron como matrimonio.
“En cuanto a la idea de la pareja literaria, hay un texto que escribió Siri Husvedt sobre su primer encuentro con Paul Auster, cuando se vieron por primera vez y quedaron encantados el uno con el otro. Justo por poder intercambiar las referencias literarias, las ideas de trabajo. Una vida de ambos dedicados a escribir libros. Y también ella comparte que como pareja trabajaban juntos. Es decir, que no se veían como una pareja de escritores aislados, sino que justamente compartían sus proyectos, intercambiaban los escritos, celebraban los triunfos de uno y de otro, sus dudas. Esa complicidad que puede haber en una pareja de escritores, me parece, hace que el trabajo del escritor sea menos solitario y que sientas que tienes una compañía cómplice que te haga sacar proyectos adelante”.