Cultural

Música en un suspiro

Chopin

EL SIGLO DE TORREÓN 28 abr 2024 - 11:28

El Congreso de Viena no fue muy benévolo con Polonia, pues terminó desmembrada y ocupada. Rusia, Prusia y Austria se dividían el territorio polaco dejando libre únicamente a la República de Cracovia.

Aunque eran tres los invasores, Rusia era la que más influencia y hostigamiento generaba. Polonia estaba destinada a ser un satélite del Zar Alejandro I. Este entorno geopolítico motivó y alimentó un fuerte y profundo sentido nacionalista polaco.

Sin embargo, tres eran los grandes obstáculos a vencer: la presencia de 3 grandes potencias, el descomunal poder de los rusos y la carencia de un plan de nación independiente. A pesar de todo ello, en 1830 estalló la Revolución. Únicamente Francia tendió la mano a Polonia.

El endeble fuego polaco fue fácilmente sofocado por Rusia ocupando sin problemas Varsovia. En medio del terror para mantener el orden, 5000 polacos huyen en dirección a Francia que los recibió en un gesto de amistad y solidaridad. Fue en este entorno en el que llegó Federico Chopin, un joven de 21 años, a Francia en 1831.

Estando las fuerzas rebeldes derrotadas, Chopin no podría regresar a Polonia en ese momento, y de hecho nunca lo haría en vida. En 1832, y dadas las circunstancias, Chopin escribió su Estudio no. 3 del Opus 10. Éste estudio presenta rasgos característicos que lo hacen ser muy especial. Para empezar, se aleja del virtuosismo técnico al que estaba acostumbrado.

Es un estudio bastante sencillo en su estructura: un tema base, una variación y de regreso al tema principal. Sin embargo, ello no quiere decir que sea fácil de interpretar pues el tema presenta una exigencia extrema en la expresión. De hecho, Chopin consideraba esta melodía su más bella creación. Académicos concuerdan que el Estudio No 3 del Opus 10 es más bien un poema sinfónico que narra la nostalgia, la añoranza y el amor a su querida Polonia.

Ésta obra es como una forma de quemar su patria en su corazón. Tal es el impacto emocional que sus críticos, tendieron en llamarle “Tristeza”, o simplemente “El Adiós”. Portador de ese sentimiento de nostalgia y separación, este Estudio fue orquestado en 1943 por Alma Rosé, prisionera y directora de la orquesta de Auschwitz.

La música de Chopin estaba prohibida, pero su objetivo era interpretarla en secreto para reconfortar el corazón de los internos y poder hacerlos regresar a su patria en espíritu, como lo deseaba Chopin. Antes mencioné que Frédéric Chopin, no regresaría a Polonia… en vida; cuando el compositor yacía moribundo en su departamento en la mítica Place Vendôme, pidió a su hermana Ludwika, que al morir le extirparan el corazón.

Su última voluntad fue que su cuerpo descansara en el cementerio de Père Lachaise en París, pero que su corazón fuera llevado de regreso a Polonia, de donde nunca salió. Actualmente su corazón descansa en una columna de la iglesia de la Santa Cruz, en Varsovia. Chopin logró albergar en un brevísimo espacio de tiempo la complejidad y profundidad de la nostalgia, la añoranza y el amor absoluto. Música en un Suspiro.

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