El gobierno de Andrés Manuel López Obrador cerrará con tres de cada 10 escuelas de educación básica con daños estructurales o con alguna estructura atípica; con cinco de cada 10 con deficiencias de accesibilidad y seis de cada 10 planteles sin servicios de internet.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce que estas dificultades son aún más críticas en las zonas rurales o con alto rezago social, lo que coloca a los niños y adolescentes y a la comunidad escolar en general en condición de riesgo.
En el reporte "Diagnóstico del Programa La Escuela es Nuestra", elaborado por la dependencia y en el que analiza la estructura educativa hasta 2023, indica que las condiciones físicas de las escuelas contribuyen a mejorar los entornos escolares y de aprendizaje y, en consecuencia, a mejorar la calidad de la educación.
Menciona que "la falta de adecuación de la infraestructura impacta de una manera más decisiva en zonas geográficas expuestas a condiciones climáticas extremas, aunque de manera creciente en otras zonas debido al proceso acelerado del cambio climático.
"Se ha documentado que las temperaturas extremas afectan directamente la salud y los aprendizajes, pues modifican la calidad del agua, del aire, los alimentos y la seguridad de los niños y adolescentes, además de que propicia, en el corto plazo, el ausentismo escolar".
El documento señala que "los entornos escolares con servicios escolares suficientes y adecuados contribuyen a la generación de entornos escolares dignos, que permiten a los niños y adolescentes desarrollarse positivamente en su proceso de desarrollo social y de aprendizaje dentro de la escuela.