Religioso explicó que la mayor parte de los exiliados no bajan del tren o no ingresan a la zona metropolitana. (SERGIO A. RODRÍGUEZ)
Los primeros migrantes de la caravana de más de 5 mil desplazados que salió el fin de semana de Tapachula, Chiapas, ya cruzaron Coahuila con destino a Piedras Negras, aseguró el diácono Fernando Escobedo, titular de la Casa del migrante en Frontera.
El religioso explicó que la mayor parte de los exiliados no bajan del tren o no ingresan a la zona metropolitana y los miembros de la Pastoral Social del templo Verbo Encarnado, que en maneja la Casa y el Comedor del Migrante, los alcanzan en la carretera o en los rieles para llevarles los kit alimenticios de apoyo.
El 24 de diciembre pasaron los primeros migrantes de la mega caravana. Llegaron a Coahuila a bordo de “la bestia”, en la que viajan a la frontera norte de México.
El diácono indicó que continuará la Pastoral Social continuará con la campaña de apoyo a los migrantes hasta el 31 de diciembre.
Dijo que conforme reciban donativos en alimentos, armarán kits individuales para entregarlos a los autoexiliados en su viaje Piedras Negras.
Los paquetes que entregan consisten en un botellín de agua, una lata de atún, galletas saladas, una barra de chocolate o de galleta de proteína y un jugo.
La labor social en apoyo a los migrantes continuará, dijo, aunque el programa actual concluirá el día último de este mes.
Migrante golpeada siguió su camino
Por otro lado indicó que la mujer en situación de migrante que fue golpeada y lesionada por una agente gubernamental, continuó su marcha a Piedras Negras.
La afectada, que sufrió golpes contusos en el rostro y heridas lacerantes y contusas en una rodilla después de ser golpeada y arrastrada por la grava suelda por una agente del Instituto Nacional de Migración, fue auxiliada por la Casa del Peregrino del templo Verbo Encarnado y siguió su viaje, señaló el Diácono.
Desplazados que viajaban en el tren que fueron bajados en Estación Hermanas, en el municipio de Escobedo, Coahuila, videograbaron con celular la brutal agresión a la migrante. El padre Paulo Alfonso Suárez Valencia, párroco del templo Verbo Encarnado y de la Casa del Migrante denunció este abuso cometido por la agente federal.