El juez Cadena García estableció que los acusados permanezcan en prisión mientras dure el juicio.
El juez de control Óscar Cadena García ratificó la prisión preventiva justificada para cuatro de los seis imputados por el homicidio de Jesús Alfredo Salayandia, ocurrido en el interior de un anexo en julio de 2022 en Ciudad Frontera.
La defensa de los presuntos asesinos apeló a la reciente jurisprudencia establecida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CODH) y ratificada en tribunales federales de México en enero pasado de no aplicar la prisión preventiva oficiosa, por violar el principio de presunción de inocencia de los señalados.
La audiencia solicitada en Monclova por los acusados para cambio de medida cautelar inició después de las 11 de la mañana con 40 minutos y después del debate de las partes concluyó a la una de la tarde con 30 minutos.
El martes a las 10:30 de la mañana se celebrará otra audiencia igual, en donde los otros dos detenidos por el mismo delito de homicidio calificado solicitarán también la libertad con el mismo argumento.
El juez Cadena García estableció que los acusados permanezcan en prisión mientras dure el juicio.
Entre otros puntos de su criterio fue por la seguridad de la viuda de la víctima de homicidio, quien teme por su vida al haber sido secuestrada y amenazada por gente cercana al anexo.
EN CONTEXTO
De acuerdo a la causa penal 891/2022 de julio de 2022 un grupo de “servidores” del centro de desintoxicación o anexo Escudo de Salvación golpearon de manera indiscriminada a Jesús Alfredo, causándole la muerte por las lesiones sufridas.
Los agresores físicos quedaron grabados en el sistema de circuito cerrado de las cámaras de seguridad y vigilancia del lugar.
La Fiscalía General del Estado después de las investigaciones realizadas por la agencia de investigación criminal obtuvo de un juez de control un total de nueve órdenes de aprehensión y ejecutó seis de éstas.
El dueño del lugar Erick “N” fue acusado de ser el autor intelectual del homicidio, pues los indicios señalan, de acuerdo a la carpeta de investigación, que ordenó la golpiza del interno Jesús Alfredo, quien se había recluido para desintoxicarse y liberarse de la adicción a drogas.
Este sospechoso, junto con sus dos escoltas son los tres que continúan evadidos de la acción de la justicia.