Israel se declaró en estado de guerra y lanzó un contraataque tras haber sido inicialmente atacado por el grupo Hamás.
Sin duda, el escenario es desgarrador. Más allá de los centenares de pérdidas en vidas humanas, varias de las regiones de Israel, Gaza y Palestina, son testigo de los daños que ha causado el conflicto armado en su primer fin de semana, luego de los ataques inicialmente perpetrados por Hamás.
Ante la guerra, ya declarada por Israel, atrapados por los bombardeos incesantes e impredecibles de Israel, los civiles en la Franja de Gaza no encuentran refugio seguro. Los proyectiles destruyen viviendas, mezquitas, ambulancias e incluso áreas cercanas a un hospital, en el tercer día del conflicto con Hamás.
Las enormes columnas de humo negro que se elevan sobre los edificios son el rastro de destrucción causado por los proyectiles israelíes, que están atacando el enclave palestino por aire, tierra y mar. Después de los impactos ensordecedores, emergen familias enteras, con niños y mascotas, en medio de los escombros, cubiertos de polvo y sangre. Muchos otros quedan atrapados bajo las ruinas, algunos vivos y otros muertos.
En Israel, por su parte, la situación no dista mucho de lo arriba narrado, pues también se cierne el miedo sobre quienes ven ronda tras ronda de cohetes lanzados desde Gaza por la organización islamista Hamás.
El intercambio constante de proyectiles aéreos no ha cesado desde el inicio sorpresivo de la guerra, el sábado pasado entre Israel y el movimiento islamista Hamás. El Ejército israelí ha bombardeado más de 1,000 objetivos, mientras que los militantes han lanzado más de 4,400 cohetes, algunos llegando hasta Tel Aviv y Jerusalén.
Hasta el momento, al menos 560 personas en la Franja de Gaza han perdido la vida y otras 2,900 han resultado heridas en esta escalada, mientras que en Israel el número de muertos asciende a más de 800, con 2,600 heridos.
Cabe recordar que fue el sábado por la mañana cuando Israel fue tomado por sorpresa con un ataque masivo de Hamás, un movimiento considerado terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. Además de los cohetes, hubo una infiltración en territorio israelí por parte de un número desconocido de militantes, quienes han asesinado a civiles y secuestrado a más de 100 personas, incluidos mexicanos, aparentemente con el objetivo de intercambiarlas por prisioneros palestinos.
Desde ese mismo sábado, Israel se declaró en estado de guerra y lanzó un contraataque con proyectiles aéreos, navales y terrestres contra la Franja de Gaza, además de emprender la caza de militantes en territorio israelí.