Mujer esquizofrénica que retó a Gates se suicida
Nancy Azucena Yáñez de 37 años, la mujer que se lanzó a las vías del tren para terminar con su vida el pasado diez de junio, es la misma que en mayo acudió al cuartel del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) para buscar pleito a los oficiales con la intención de que estos la asesinaran.
La mujer padecía de esquizofrenia y frecuentemente era vista deambulando por las calles o las dependencias buscando ayuda, pues aseguraba que su hermano la maltrataba.
El pasado 11 de junio fue la primera vez que salió publicada en medios de comunicación la historia de Nancy.
Ella acudió al cuartel de los GATE's y comenzó a insultarlos, los oficiales de guardia decidieron llamar a la Policía Municipal, pues detectaron que la mujer padecía de sus facultades mentales.
Los municipales la llevaron a la comandancia y ahí la canalizaron a Pronnif, dependencia que hasta esas fechas aún atendía casos de adultos mayores a incapaces.
Los policías de Pronnif realizaron la investigación con la familia y se dieron cuenta que Nancy padecía de esquizofrenia, así como que los familiares batallaban para que ella consumiera el medicamento.
En aquella ocasión fue entregada a su familia, pero este diez de junio, un mes después, Nancy volvió a salir a la luz pública al ser detenida por alterar el orden en las oficinas del Juzgado cuarto de Distrito con sede en Monclova.
Nuevamente el juez calificador solicitó el apoyo de las autoridades de Pronnif, pero en esta ocasión no acudió el personal debido a que este tipo de casos quedaron fuera de sus atribuciones.
Cecilia Ramos, delegada de Pronnif informó que antes la ley daba atribuciones a esta dependencia para atender casos de niños, adultos mayores y personas incapaces, pero a partir de la semana pasada en que se aprobó la nueva ley estas situaciones quedaron fuera de la atención de la procuraduría.
La funcionaria dijo que el artículo que se modificó fue el 27 en su fracción número ocho, dejando como única obligación la atención a niños y niñas.
De tal manera que Nancy fue dejada en libertad sin recibir ninguna atención psiquiátrica, después de ahí, ya en libertad, tomó un camión urbano y se dirigió a Castaños.
Se bajó en la colonia Independencia y caminó a las vías del tren, preguntó a unos voceadores de periódico la hora en que pasaba el tren y les dijo que se quería lanzar.
Los voceadores hicieron el reporte pero la Policía de Castaños no creyó y se negaron a acudir al sitió, pero ante la insistencia de los voceadores decidieron ir a las vías, aunque ya era demasiado tarde pues el tren había pasado y arrollado a Nancy, falleció de manera instantánea.