EDITORIAL

Mitos y realidades del agua en La Laguna (II)

Gerardo Jiménez González

En la columna anterior nos referimos al supuesto dilema sobre si hay poca o mucha agua en la Comarca Lagunera. A la par de este mito surge otro: si se está o no acabando el agua. Si repasamos los datos que presentamos la semana pasada ubicamos que alrededor del 50% del volumen disponible, el agua superficial que se almacena en las dos principales presas del río Nazas, en su totalidad esta concesionada a la agricultura en el Distrito de Riego 017.

En estas presas se concentra el mayor volumen de agua cuya disponibilidad depende de las lluvias y escurrimientos que se presentan en las partes alta y media de la cuenca, se ve disminuido en algunos años cuando se presentan sequías severas o extremas. De estos volúmenes se extraerán los 200 hm3 que se tiene contemplado potabilizar con el programa Agua Saludable, al parecer la mitad de ese volumen provendrá de los ahorros que se obtengan con la tecnificación de la infraestructura hidroagrícola del Distrito de Riego, otra parte mediante cesiones de derechos de agua que ofrecieron los empresarios agroganaderos y la otra se desconoce.

Mencionamos que el 25% del volumen disponible se almacena en el Acuífero Principal (alrededor de 500 hm3), el cual, lamentablemente, se encuentra sobreexplotado por la extracción de agua sobreconcesionada (150 hm3) y no concesionada (alrededor de 400 hm3); esta agua se destina a diversos usos y el porcentaje restante se dispone de manera dispersa, entre otros escurrimientos como los del río Aguanaval y los volúmenes almacenados en los otros 7 acuíferos ubicados en el subsuelo de esta región. Hasta ahora el abasto de agua para la población proviene de los acuíferos, sobre todo del Principal, situación que podría cambiar cuando opere la mega potabilizadora del río Nazas.

La percepción de que el agua disponible se va terminar se origina en el desabasto que sufren las viviendas y negocios que se abastecen de las redes de distribución urbanas. Un estudio que elaboró un despacho técnico para la CONAGUA (Gestión Hídrica, 2008) enfocado a buscar fuentes alternas de abasto de agua para la población (del cual surge la idea de la potabilizadora del río Nazas), señala que el Acuífero Principal tiene un período de vida de 35 años, con sitios donde los conos se abatirían a partir de un quinquenio posterior a esa fecha, es decir, ya se agotaron, y otros están en proceso.

El en estudio oficial de disponibilidad elaborado para este acuífero (COANGUA, 2020) se indican zonas con abatimientos de 1 a 3 metros anuales, en los cuales urge se controle el bombeo excesivo de agua del subsuelo. Afirmar si se está o no acabando el agua tiene un fundamento científico-técnico basado en estos y otros estudios oficiales y académicos, pero este agotamiento del agua se debe focalizar en este acuífero (aunque otros tres de los ocho mencionados, también están sobreexplotados) que es la fuente de abasto de una importante área agrícola (sobre todo los cultivos perennes como la alfalfa y el nogal, los que tienen una lámina de riego que demanda más agua), pero también para el abasto de actividades industriales, de servicios y de la población, incluyendo la Zona Metropolitana de La Laguna.

Entonces la respuesta es: si, se está agotando el agua del subsuelo, lo cual nos debería preocupar porque no solo es la fuente de abasto más importante que tenemos los laguneros en la actualidad, también es la reserva de agua futura que requeriremos para enfrentar contingencias ambientales como las sequías, que no serán tan cordiales ante el cambio climático. Esta preocupación fue el motivo por el que las asociaciones civiles Prodefensa del Nazas y Desarrollo Cardenista de la Laguna, así como ciudadanos del colectivo Encuentro Ciudadano Lagunero, promovimos un amparo ante la justicia federal porque el gobierno federal (SEMARNAT y CONAGUA) ha sido omiso en regular las extracciones que usuarios agrícolas realizan sin control, amparo que terminó resolviéndose a favor de los ciudadanos con una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Que no se nos olvide que el interés colectivo de los laguneros está por encima de cualquier interés particular.

La realidad es que la sobreexplotación del Acuífero Principal sigue siendo el desequilibrio ecológico más grave que enfrentamos en La Laguna, este problema se ha convertido en el pasivo ambiental más importante que, ante efemérides como el Día Mundial del Medio Ambiente, vemos como una celebración pesimista. Quienes digan que en La Laguna hay mucha agua tienen razón, pero también deben afirmar que no está disponible como quisiéramos y que tampoco somos buenos gestores de ella, que es inevitable resolver la sobreexplotación del acuífero, que tenemos que entrarle porque de esto depende un futuro más promisorio y próspero de la región. Entonces no es un mito que se está agotando el agua en La Laguna, el agua del subsuelo, verdad irrefutable a menos que se ofrezcan evidencias científicas que indiquen lo contrario, no creencias o suposiciones subjetivas que algunas personas tienen.

Escrito en: agua, abasto, volumen, Principal

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