EDITORIAL

Nace la segunda Casa Comunitaria del Agua en La Laguna

Julio César Ramírez

Lo más importante en las Casas Comunitarias del Agua que están surgiendo en La Laguna, región de las cuencas centrales del norte de México azotada por hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), sucede cuando llega la gente a adquirir el agua que sabe que va a ser saludable para ellos, que ya no van a tomar una agua peligrosa, contaminada; se la llevan con mucho cuidado; es decir, vienen en carritos, hasta en carritos de súper, en carritos de madera, en bicicletas, hasta en moto, hasta en camioneta; y hay quienes se la llevan cargándola personalmente, directamente en botellón de 19 litros. Entonces, eso refleja que la gente está cuidando su salud. Eso significa salud, cuidado de la gente de sí misma, que se quiere, que se protege. Es muy importante, para que una comunidad se vea, que la gente no está deprimida sino que está cuidando su vida.

Estoy en Concordia, Coahuila, a 13 kilómetros de San Pedro de las Colonias, Comarca Lagunera, en el momento en que llega de la Ciudad de México la camioneta que trae el equipo de la segunda planta comunitaria purificadora de agua, que será inaugurada el 6 de junio.

Escucho aquí a Pilar López, activista que acompaña la experiencia de la primera Casa Comunitaria del Agua, llamada "Toño Simón", con veintisiete meses de operación en el Ejido Lequeitio, municipio de Francisco I. Madero, Coahuila: -Vienen también a la Casa a que les laven su garrafón, porque hay un sistema de lavado con cepillo y con taladro; un taladro instalado para que tenga movimiento y pueda cepillar por dentro el botellón; eso es muy importante para la gente vea que hay limpieza, que hay pulcritud, que hay servicio. Esa es la segunda parte de la Casa.

Mientras un técnico y otras personas bajan de la camioneta cada parte del equipo al local sin número de la avenida Ferrocarril, del Barrio Las Cuevas, Concordia, donde funcionará la nueva purificadora, escucho la explicación de la activista: -El personal, ¡qué lindo! Una cosa es la gente y su cuidado que quiere agua saludable, y otra cosa es quien le sirve, quien le atiende, quien le da respuesta, quien le orienta en las cosas del agua: el pesonal de la Casa de Agua.

La administración de la Casa del Agua es un tema muy cuidadoso -me dice- porque la gente llega con sus monedas a pagarte y es muy desprendida, no está esperando que le des el cambio luego luego; o sea, te entrega el monto y sabe que le va a sobrar pero no se desespera. La encargada es la que está pendiente y le entrega su cambio exácto, como debe de ser.

"Pero la administración es llevar el dinero en una cajita y contarlo al final, cuánto fue la venta. Eso es muy importante, cuántos galones se vendieron en la mañana, cuántos galones se vendieron en la tarde, cuántos en la máquina, cuántos a nivel personal, que la gente tuvo que ir adentro de la purificadora por el agua. Entonces, eso es muy importante".

Y este es apenas un fragmento de la explicación.

En este primer día de junio ardiente todas y todos colaboran: Alejandra y Rosy cuidan cada detalle, Chuy ayuda a José Luis a bajar de la camioneta tanques, muebles y maquinaria, despachadores, mesas de llenado y el "monedero"; tubos, bombas hidrálicas, conexiones y costales; Fabi y Elizabeth abren espacio para garrafones y botellas, tapas e insumos diversos. Se toman fotos, notas, audios y videos para la comunicación comunitaria y para la memoria histórica.

Finalmente, todas las piezas fueron acomodadas según sería la instalación antes de la capacitación técnica del personal, integrante de la comunidad.

Concordia tiene 12 mil habitantes y está próxima a La Rosita, de 2 mil pobladores, Urquizo con mil y San Luis con 800; parte de una extensa zona azotada por el mal del hidroarsenicismo crónico regional endémico, que la epidemiología resume como HACRE desde los años sesenta del siglo pasado, cuando la fuente de exposición es el agua de ingesta, bebida o en alimentos regados o cocinados con el líquido contaminado por arsénico.

Esta segunda Casa del Agua llevará el nombre del profesor y activista Lorenzo Dávila Hernández, recientemente fallecido, habitante de Concordia y destacado defensor del agua y de causas sociales.

Es un proyecto comunitario apoyado por la Universidad Autónoma Metropolitana, el Conahcyt, la Coordinadora Nacional Agua para Todos, la Contraloría Ciudadana Autónoma del Agua de La Laguna y el grupo promotor de la Casa del Agua "Lorenzo Dávila".

A la ceremonia de inauguración están invitados, entre otros, el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, José Antonio de los Reyes Heredia, el rector de la Universidad Iberoamericana Laguna, Juan Luis Hernández Avendaño, y Pedro Moctezuma Barragán, responsable técnico del Proyecto Tocoyani, quienes horas antes presentarán en Torreón el Proyecto "Salvando Vidas. Alternativas para atender el problema del arsénico en La Laguna".

Nace así la segunda Casa Comunitaria del Agua en La Laguna.

@kardenche

Escrito en: gente, Agua, Casa, segunda

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