EDITORIAL

Proverbios

Yamil Darwich

Son "sentencias breves que resumen las costumbres de un pueblo determinado", útiles para alimentar el Diálogo de hoy.

Nos quejamos de los gobiernos anteriores -PRI y PAN con todas las rémoras apodadas chiquilladas- y aceptamos el posible desquite prometido: la revancha "manque me muera". No pocos ciudadanos fincaron sus esperanzas inducidas con el discurso demagógico.

Olvidamos el principio básico: "nadie puede quitarle algo a alguien sin darle nada a cambio" y creímos que el populismo nos llevaría a tiempos mejores; sobre todo, habría justicia y equidad: ingenuos.

Tampoco tomamos en cuenta el origen de quienes nos prometían: priistas y panistas disfrazados de populistas.

"¡No somos los mismos!", promesa que nos ilusionaba, irreflexivos sobre los antecedentes de estos renovados politiqueros. "No puedes pedirle peras al olmo", pero muchos pensaron que sí.

Los ciudadanos soportamos el agobio en la economía personal y familiar, sin mencionar el "asco moral" por la corrupción de los abusivos anteriores, quienes sin ética y moralidad se enriquecieron cínicamente. ¡Ansiábamos un líder que nos hiciera justicia! y nos lo ofrecieron envuelto en promesas vanas… y "mordimos el anzuelo".

No hemos comprendido lo que significa la solidaridad con los más pobres y ellos, agraviados con nuestra indiferencia ante su realidad económica y calidad de vida social, escucharon atentos y se comprometieron emocionalmente con el mago ilusionista. "Se agarraron a un clavo ardiente" empobreciendo, aún más.

Los anteriores gobernantes, embriagados con el poder desmedido y putrefacta voracidad, se enfrascaron en un concurso entre ellos; se trataba de la ambición llevada a lo inaudito: competir robando muchísimo y acumulando más, para comprar mayor poder y continuar impunes. Amorales.

Las inmoralidades de los Nietos, Bartlett y/o Deschamps, -usted conoce muchos nombres- les acomodó aquello de: "el poder corrompe y el mucho poder corrompe mucho", realidad dolorosa que ahora profundizan con discursos mentirosos, hipnotizando ingenuos. Nuevos avariciosos prostituidos.

El hueco de oportunidad que ofrece la pobreza para abusar con desinformación e ignorancia, nunca ha sido cubierto y ahora es llave para el éxito populista; ellos, deben seguir pobres y mal educados escolarmente para que no comprendan su realidad.

Decía John F. Kennedy, que: "la ignorancia de un votante, en la democracia, pone en riesgo la seguridad de todos".

Hoy día, la neurobiología aplicada a la mercadotecnia política, demuestra que la ignorancia, desconocimiento y pobreza, son eslabones de la misma cadena esclavizante; es el camino de expertos para convencer a incautos aplicándoles sus conocimientos técnicos/científicos, utilizándolos exageradamente: "sin las mañaneras… ¡me tumban!".

"Cuando un candidato invierte millones y millones en su campaña: no es un candidato, es un empresario, cuando sea alcalde, solo pensará en sacar lucro, provecho y en lo que menos pensará… será en la gente". Carlos Gaviria Díaz.

"Divide y vencerás" sentencia de Julio César, que sigue vigente y es manipulada diariamente con el estigma acusatorio de "aspiracionistas" -los clase-medieros y ricos neoliberales- definidos como "mis -nuestros- adversarios". ¿Descifra la sutileza para la manipulación emocional?

"El pueblo no necesita que su gobierno se queje y culpe al antecesor. Es votado para que mejore la situación, por eso fue elegido… para dar soluciones". Evita Perón.

Las denostaciones diarias hacia los opositores, son utilizadas para profundizar en la mente del "amlover", reforzándole sus sentimientos de agravio, señalándoselos como "clasemedieros", diatriba orientada a manipularles en sus subconscientes y promoverles que no deben aspirar… "¡¿para qué?!"

Ante el abandono soportado de quienes creen no tener esperanza para romper con la pobreza, les entregan dinero compensatorio, promoviéndoles el resabio, generándoles compromiso material y lealtad emocional. Golpeándoles la autoestima.

Aseveró José Mujica: "los grandes gobiernos son los que crean condiciones para que todos tengan trabajo"; recordemos que aquel que no comprende su realidad deja aflorar el sentimiento de frustración y ante discursos maliciosos, recibiendo promesas y esperanzas, acepta engaños, apoyando al ilusionista demagógico.

Buena parte del planteamiento populista está centrado en el abuso cometido por los "corruptos neoliberales"; ellos, desmedidos avorazados, lanzaron al necesitado y poco escolarizado -mayoría- a entregarse a los brazos del hipnotista: "¡Nosotros no somos los mismos!", frase simple, comprensible y emocionalmente penetrante.

Decía Abraham Lincoln: "No se puede promover la fraternidad del hombre incitando al odio de clases".

También afirmaba: "no se puede ayudar a los pobres destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil, debilitando al fuerte". Se refería a los empresarios honestos -escasos-quienes, con apoyo, producen y generan riqueza, para luego asegurar su mejor distribución. Política de exitosos.

Entre tanto, la oposición desorientada continúa con tácticas obsoletas, alejados de las mayorías; utilizando un lenguaje ajeno al pueblo; intentando explicar sus posturas político/económicas con incomprensibles e intrincadas reflexiones; enviando mensajes desarticulados contra AMLO, logrando fortalecerlo, reforzando lo sembrado en la mente de los engañados, quienes, como refuerzo, reciben gratificación con prometedores discursos y dineros en tarjetas bancarias.

¿Aprenderemos a reorientarlos deshaciendo el embrujo?

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Escrito en: poder, pobres, discursos, realidad

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