EDITORIAL

Conformismo, el virus enemigo

Julio Faesler

Proliferan las sentencias que nos previenen de perder la forma democrática de gobierno si no detenemos con valiente y contundente acción cívica a la disolución de la democracia que está en claro proceso-

Lo ocurrido en el Senado la semana pasada, cuando la sumisión de Morena al dictado del presidente alcanzó ante un electorado atónito, el nivel jamás habíamos visto fue la alerta más poderosa a lo que se nos viene encima si el pueblo sigue aceptando como única opción posible, disfrazada de transformación, el desmantelamiento progresivo de las prácticas democracia que hay en el país.

El terco programa que desde hace décadas endereza contra las instituciones que fueron creadas para cimentar un comportamiento democrático en México tiene por propósito sustituir el sistema capitalista liberal de libre mercado que rigió desde el siglo XIX por el sistema personalista con falsos avisos socialistas de antecedentes del sureste tropical. Nada mejor como prueba de lo anterior fue la aprobación por ambas cámaras legislativas del Plan B mediante las chicanerías más baratas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el baluarte para vencer la traicionera intención del presidente de hundir al país en las confusiones de engañosos mayoritarios que abusan de la buena fe popular. La defensa de los valores de la democracia es por el momento solitaria. Es hora de la sociedad civil de echar abajo el conformismo que es el arma más potente en el arsenal de AMLO.

Llevamos siglos de padecer el conformismo del electorado. Por dejar a la suerte las decisiones de los que se adueñan del poder las condiciones de abandono de las demandas más ingentes nos han traído a las condiciones de caos y sacrificios humanos.

La debilidad y disolución de la democracia mexicana vienen de lejos. Tantos años se pasó el pueblo mexicano atento a la voluntad de los adueñados del sistema PRI creado en 1929 como consagración de los ideales de 1910. Perfeccionado en el Desarrollo Estabilizador con el eficaz entrelazado de aspiraciones campesinas, de trabajadores y organizaciones populares, se vivió la época de oro del PRI que terminó en la crisis de desigualdad del 2 de octubre. El costo del avance económico del "milagro mexicano" fue la pérdida de la democracia, rehén de los poderes "metaconstitucionales" del presidente. Del 1970 en adelante continuó consolidándose la centralización del poder, el capitalismo liberal de mercado abierto pasando luego a nuestra entrada al GATT en 1985 y la firma del TLCAN 1994.

Todo este proceso lo ha vivido López Obrador como sistemático opositor al gobierno. Pero más allá de la lucha contra el mal gobierno del Cura Hidalgo, hoy el líder trata de instalar un esquema capaz de corregir la desiguadad y la discriminación. Al entregarse a un modelo de sistema que ha llevado al desastre a cada uno de los países en lo han ensayado, como la URSS, Cuba, Nicaragua, Venezuela o Norcorea, el intento aquí ha fallado verticalmente en la ineptitud,improvisación y corrupción. ´

Siendo altamente personalista el modelo de las 4T no solo atropella la democracia sino está infectado desde sus primeras pasos de una incorregible corrupción que paso a paso lo ha llevado a tolerar mafias que sustituyen a la autoridad en más de dos terceras partes del territorio nacional y lo ha encauzado hacia defender con argumentos hechizos de soberanía el tráfico de drogas letales como el fentanilo con las consecuentes complicaciones con nuestro vecino al norte y muy pronto con la Unión Europea.

La encrucijada preelectoral que crece en dificultades para determinar las personalidades que suponemos mejor pudieran dirigir la nave nacional devela la desastrosa conformidad de la sociedad con los resultados electorales. Tiene que abandonarse esa conformidad social que deja la suerte de la nación a los dudosos intereses de los que hacen de la política un modus vivendi.

Es necesario participar en los grupos ciudadanos que están promoviendo el voto, no únicamente para el cargo de presidente sino muy especialmente para los de las cámaras legislativas federal y estatales. Chico será el triunfo de la sociedad si habiendo conquistado Palacio Nacional, se pierden las batallas más sensibles en las cámaras, las gubernaturas, las presidencias municipales donde tenemos que asegurar que palpita y triunfa la democracia.

La conformidad y la desunión nos ha traído al marasmo de injusticias que hay que remediar sumandi y coaligando fuerzas. Hay mucho en juego que reta a todos los sectores de Mexico. Los resultados electorales nos afectan a todos sin exceptuar a nadie, los que se sienten protegidos por AMLO.

[email protected]

Escrito en: democracia, sistema, sociedad, presidente

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas