Luego de días sin dejarse ver y manteniendo completo silencio, de pronto aparece el presidente Andrés Manuel López Obrador, pulcro, fresco y caminante, vestido formalmente de traje completo y corbata, entregando su mensaje al pueblo mexicano, pronunciando un discurso debidamente estudiado, utilizando como escenografía los pasillos de Palacio Nacional, luego mostrando la sala dedicada al Museo de Francisco I. Madero. Excelente mercadotecnia política.
Ese fue el corolario de una valiosa prueba que, en mercadotecnia es conocida como experimento político/social; representó la cátedra que impartieron sus asesores populistas quienes, de un solo golpe, lograron recuperar la confianza de algunos "amlover" que titubeaban, generando además descontrol entre sus opositores. En pocas horas lograron entrar en el ranking de los videos más vistos en México.
Desde luego que el populismo no es solución a nuestros problemas nacionales y sí agravan la situación económica/política/social; sin embargo, habrá que reconocer la capacidad técnica de sus mercadólogos expertos en el manejo de la situación -artificial o no- reconociéndoles la fina maniobra que realizaron, capturando datos y logrando recuperar terreno en el campo de la aceptación y fortaleciendo a candidatos del movimiento para las próximas elecciones.
Cuando analizamos la maniobra ejecutada, podemos concluir en los beneficios que les acarrearon:
Lograron un ambiente de incertidumbre, útil para medir la capacidad de reacción de todos los mexicanos ante eventualidades futuras que pudieran llegar a ser extremas.
Al mantener al país -por días- en un estado de zozobra, les permitió medir la aceptación y capacidad de reacción de diferentes sectores:
En lo político: pudieron evaluar los grados de disciplina, lealtad y tipos de respuestas de los militantes, incluidas las corcholatas; analizar, cuantificar y cualificar las capacidades de reacciones y maniobras políticas que pudieran ejercer -dado el caso- sus opositores; evaluar la reacción del ciudadano común, ante las diferentes alternativas durante una crisis de liderazgo en el poder y calibrar a los medios de comunicación masiva, confirmando su postura ideológica política y social. ¿Le parece poco?
Muy importante: lograron desprestigiar y quitar credibilidad a todos aquellos que manifiestan su oposición al proyecto de la 4T.
Cuando estudiamos el discurso, podemos anotar que, aun siendo pausado -menor a lo acostumbrado, confirmación del ensayo- estaba bien estructurado; el presidente López se regodeó dando una amplia explicación al pueblo sobre su visión de los acontecimientos.
Manejando el lenguaje oral y corporal practicado, apareció en un escenario propiciatorio para estimular el sentir nacionalista a través del mensaje e imagen, utilizando la psicología subliminal al relacionar al personaje -AMLO- con héroes nacionales -Madero, Juárez y Cárdenas, los tres de izquierda declarada-.
Los técnicos operadores, jugaron con las cámaras para adentrarlo al Museo de Madero, haciendo un acercamiento en el que AMLO muestra a su derecha la pintura del prócer, hasta dejar finamente al histórico solo, en primer plano y de cuerpo completo, quedando unidos subliminalmente.
El uso del lenguaje del relato fue orientado al auditorio popular a despertar sentimientos -no pensamientos- e identificar "al mal" con aquellos maledicentes que no solo lo enfermaron, llegaron al extremo de declararlo muerto.
Luego, ratificando su postura humanista de "amor y paz" para todos, ofreciendo perdón, finalmente logró "amarrar el contrato emocional" pidiendo solidaridad con la 4T.
El final, después de señalar su oposición a la ahora "asentada como maldad", sentenció que su proyecto seguiría adelante y que en el futuro cercano "vendrán nuevas y muchas buenas noticias", citando como ejemplos: el fortalecimiento del peso -responsabilidad del Banco de México- y el crecimiento del PIB, del que mucho tiene que ver la reactivación postpandemia y el esfuerzo empleador del sector productivo nacional.
Las llamadas "buenas noticias" llegaron pronto, opacadas por la nota principal: la Cámara de Diputados, de un plumazo y sin trabajos previos de las comisiones expertas, aprobaron reformas que lesionan los intereses nacionales: de salud -Insabi-, educación -Conacyt-, Financiera Rural -dañando la economía de agricultores y campesinos- y militarización de controles de la aviación nacional, entre muchas.
Finalmente, reunido con los integrantes de su movimiento, festejó el "albazo" dado por los -¿sus?- senadores de Morena.
El remate sin desperdicio, adaptando a lo personal a Don Juan Tenorio: "los (el) muertos (muerto) que vos matáis gozan de cabal salud".
Con los cambios operados "a la carrera y en lo oscurito", violentando la Constitución Mexicana, generarán más recursos para sostener obras y programas "para el bienestar".
Es cátedra para los universitarios, quienes revisarán métodos de venta aprovechando experiencia política; en tanto, las encuestas señalan la recuperación de credibilidad en MORENA, favoreciendo a sus candidatos de Coahuila y el Estado de México.
Pero como dijo Galileo Galilei… "y sin embargo se mueve", AMLO sigue avanzando hacia el sometimiento neodictatorial.
Es advertencia para los aspirantes de la oposición, quienes, con métodos anacrónicos intentan enfrentar a las nuevas metodologías de venta. ¿Podrán entender y reaccionar?