EDITORIAL

¿Hay razones para ser optimistas?

Juan Pablo Murra

Las reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional reúnen cada año en Washington, D.C., a los principales líderes de la economía y finanzas del mundo, para discutir sus perspectivas sobre el entorno económico global. Este año, las reuniones tuvieron como tema central cómo construir una economía resiliente.

En su mensaje inaugural, David Malpass, presidente del Banco Mundial, y Kristalina Gueorguieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, dejan claro que vivimos tiempos complejos. La pandemia del Covid-19 ha desencadenado múltiples crisis. Una inflación persistente, no vista en más de cuarenta años, ha obligado a subir las tasas de interés. Las consecuencias no se han hecho esperar, desencadenando nuevas crisis en el sector bancario internacional, como la quiebra del Silicon Valley Bank o problemas de deuda en varios países en desarrollo. Empresas, familias y gobiernos tendremos que acostumbrarnos a vivir con altas tasas de interés. Sin embargo, las instituciones financieras de Washington ven lo anterior como un mal necesario para combatir la inflación.

El sentimiento general en Washington es que la economía y la geopolítica continuarán conviviendo en 2023. La guerra en Ucrania amenaza con una crisis alimentaria como resultado de la escasez de fertilizantes; la fragmentación de las cadenas de valor global es una realidad, resultado de las crecientes tensiones geopolíticas; la regionalización del comercio global se percibe como una de las mayores amenazas sobre la economía; y, aunque la pandemia ha pasado, parece que no se han aprendido las lecciones. La reflexión de un alto funcionario del Banco Mundial es que hemos pasado del miedo a la negación para terminar en la amnesia.

En medio de este difícil entorno, cabe preguntarse si hay motivos para ser optimistas. Los asistentes a la Cumbre Global del Crecimiento Inclusivo, organizada por Mastercard y el Instituto Aspen en el marco de las reuniones de primavera, piensan que sí. La clave es centrarse en las tendencias en lugar de en los titulares y la coyuntura. En temas como el combate a la pobreza, la educación, la esperanza de vida o la inclusión financiera, observamos desde hace años tendencias de mejora que sin duda podrán superar los retrocesos de los últimos tres años.

¿Qué hay de América Latina y México? El Banco Mundial concluye que la región demostró ser relativamente resiliente, con niveles de ingreso y empleo que en general se recuperaron tras la pandemia.

No es fácil interpretar todos los mensajes que escuchamos en Washington. Sin embargo, es claro que, a pesar del panorama desafiante, hay razones para mantener el optimismo. Gobiernos, empresas, ONGs y academia, tenemos que adoptar estrategias colaborativas para profundizar nuestros conocimientos y acelerar la implementación de soluciones. Superar los desafíos y trazar un camino hacia un futuro sostenible y equitativo demanda materializar esta alianza. En este proceso, resulta fundamental el papel de las universidades, generadoras de esperanza en busca de la posibilidad de un mejor futuro.

Twitter: @jpmurra

Twitter: @DrBobDuran

Escrito en: Banco, reuniones, Mundial, economía

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