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Todos podemos contribuir con un verso

(ALE MORALES)

(ALE MORALES)

DANIELA CERVANTES.

Hace cinco años decidí vivir sola, antes lo intenté con alguien, pero no funcionó.

Independizarme siempre fue un anhelo, así que no temí y me aventuré a la experiencia de convivir con mis demonios. Aseguró Blas Pascal (matemático, físico, filósofo, teólogo católico y apologista francés) que “todas las desgracias del hombre (y de la mujer) se derivan del hecho de no ser capaz de estar tranquilamente sentado y solo en una habitación”. Y es que habitar con uno misma no es sencillo querido lector, el autoconocimiento es una de las etapas más complejas para los seres humanos y, ahora lo entiendo, se tiene que vivir en soledad.

Pero…. yo le di un giro. Adopté a un perrito. Usé mi Facebook para encontrarlo, o ¿Él me encontró a mí? Dicen que tus mascotas te eligen a ti y no tú a ellas, bueno, como sea, ahí estaba, él para mí y yo para él. Un criollito de ojos tristes color café. Dije “Es él”. Y sí, desde la primera noche supe que sería mi compañero. Nuestra conexión fue definitiva.

Esa pequeña criatura niveló la ansiedad de enfrentarme a una casa habitada por mis miedos y mis culpas. Salía de ella abatida por tener que enfrentar al mundo y regresaba igual, pero al menos con el deseo de verlo mover su cola. “Cómo habré de llamarte”: le dije cargándolo frente a mis ojos que se enfocaron en su panza inflada por los parásitos. A un perro anterior lo nombré Rulfo (con todo respeto por el gran Juan Rulfo). Así que también pensé en algo del entorno literario, mientras jugueteaba en el patio lo nombré: Monsiváis, y tal vez Amado, no fue hasta que lo llamé “Verso” que paró sujuego y me restregó su cuerpesito en mi pierna, repetí: “Verso” y siguió mostrándome afecto. Me convencí: “no hay mejor nombre para este cachorro poético”.

En ese tiempo me había sumergido en la poesía, buscaba respuestas y algo de alivio. Y eso era lo que justo Verso me proponía. Nos volvimos uno.

Ya alguien me había dicho eso de que las mascotas podían sanar un poco el alma, pero no lo experimenté hasta que Verso y yo nos conocimos. Transformamos en hogar esa casa que en primera instancia sólo me representaba frialdad.

Me declaré contenta, y pensé en los escritores que tuvieron una estrecha relación con sus mascotas y hasta escribieron algo sobre ellos. Por ejemplo, Julio Cortázar amaba a los gatos, sobre ellos tecleó: Querer a las personas como se quiere a un gato, con su carácter y suindependencia, sin intentar domarlo, sin intentar cambiarlo. Dejarlo que se acerque cuando quiera, siendo feliz con su felicidad.

Pablo Neruda, por su parte, sentenció: “Y yo, materialista que no cree en el celeste cielo prometido para ningún humano, para este perro o para todo perro creo en el cielo, sí, creo en un cielo donde yo no entraré, pero él me espera ondulando su cola de abanico para que yo al llegar tenga amistades”.

Que bonitas son las fraternidades entre humanos y animales querido lector. Supongo que Verso también es feliz por encontrar a su humana. Cuatro años de relación nos respaldan. Ahora sé que luego de un día ajetreado y de obligaciones varias un libro de poesía y Verso me aguardan. ¡Eso es conquistar la calma!

La poesía se compone de versos, y los versos me procuran vida, así como ese peludo color miel que me acompaña en mis días y me inyecta dosis generosas de amor y de alegría.

Adopte un perrito y lea mucha poesía querido lector. Con eso la felicidad está garantizada.

¡Ah! y otra cosa: hagamos a este mundo más poético y habitable. Usted puede hacer eso ¿Sabe cómo? ¡Contribuya a la vida con un verso!

Escrito en: Verso, poesía, perro, querido

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