César Perales Esparza, titular de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal de Torreón.
Personal de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal de Torreón que opera la Unidad de Atención a Víctimas se encuentra debidamente capacitado para la atención de reportes de violencia familiar y de género, así lo dio a conocer el comisario César Perales Esparza, titular de la dependencia.
El funcionario señaló que la violencia familiar es una agresión o daño sistemático y deliberado que se comete en el hogar contra alguna persona por otra integrante de la misma familia, por lo que, en la atención a este tipo de reportes, la Unidad de Atención a Víctimas actúa siguiendo los protocolos establecidos.
Explicó que se llevan a cabo acciones de resguardo y traslado de la víctima a albergues en los casos de violencia de género, canalización de adolescentes y adultos con problemas de drogadicción, previa autorización de los familiares, protección a adultos mayores en situación de abandono u omisión de cuidados, resguardo de personas con discapacidad en situación de riesgo y el apoyo con la canalización a personas con enfermedades mentales.
Perales Esparza informó que de enero a marzo del presente año, se han generado y atendido 1063 reportes de violencia familiar y por otra parte se ha atendido la ejecución de 335 medidas cautelares.
Informó que la Unidad de Atención a Víctimas cuenta con 2 vehículos y 10 elementos de la policía y está a cargo de una comandante titulada en psicología.
La Unidad está en operación las 24 horas y tiene el apoyo del resto de la corporación en caso necesario para trasladarse a más emergencias.
En el caso de violencia de género, el apoyo para la judicialización procede en el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres (CJEM). Sin embargo, en ocasiones es la propia víctima quien no permite que se concluya y otorga el perdón, a decir del funcionario.
Así mismo, compartió a regidores del Ayuntamiento, que otra de las estrategias que se proyectó para la atención a casos de violencia, es la visita a los centros comunitarios del municipio, para convertir a las mujeres que acuden en “monitores de seguridad”.
Es decir, que sean ellas el enlace con otras mujeres para que sepan que cuentan con el apoyo de la Policía Municipal y tengan el contacto de la línea directa para estos casos de emergencias.