EDITORIAL

Límites

Manuel Valencia Castro

Afinales de la década de los 90s tuve el privilegio de tener mi primera conversación con la Maestra Magda Briones Navarro, coincidimos en una reunión promovida por WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) sobre temas relativos al Desierto Chihuahuense, en particular su biodiversidad y sus recursos.

Como sucedió en todas las conversaciones que tuve con la Maestra, me sorprendió gratamente su inteligencia, agudeza y aplicación de la Lógica para opinar sobre temas incluso especializados. Siempre iba un paso adelante que el resto.

En la reunión mencionada se comentó sobre la destrucción de ecosistemas naturales, pérdida de biodiversidad y sobreexplotación de acuíferos subterráneos, se habló del sobrepastoreo que afecta severamente a los pastizales naturales del norte de México, del cambio de uso de suelo que afecta a la planicie de inundación del Nazas entre otros, y al finalizar, durante la comida me dice nuestra querida Maestra Magda: Todo es una cuestión de Límites ¿no le parece? Pues sí, su capacidad de síntesis lo puso todo en un término.

Después se abundó sobre el tema y coincidimos que los límites de aprovechamiento de los ecosistemas naturales y de los recursos hídricos habían sido rebasados y que en algún momento esto podría conducir a un problema mayor como el de la escasez de agua para uso doméstico en las zonas urbanas y rurales de la Comarca Lagunera, la mitad de lo que quedaba del Río Vivo, fue degradado y deteriorado por falta de agua y por la agricultura intensiva que se realiza en sus planicies y que involucra la remoción de la vegetación original.

Por otro lado, los pastizales áridos están en riesgo de desaparecer en estados como Sonora, Coahuila y Durango, por dos efectos principales: la combinación del sobrepastoreo y las sequías, además de otros no menos importantes como la introducción de especies exóticas y sobre todo el cambio de uso del suelo de pastizal natural a cultivos agrícolas.

Más recientemente a todo este proceso de degradación y deterioro se le llamó extralimitación. De acuerdo con este concepto, los efectos negativos se presentan cuando el aprovechamiento se extralimita y sobreexplota las fuentes hasta niveles superiores a los sostenibles. En palabras llanas, y para explicarme mejor, lo aplico a nuestro caso: en la Comarca Lagunera en los años 80s parecía que las actividades económicas se encontraban

Por debajo de la capacidad de carga de los terrenos y de sus acuíferos subterráneos, se pensaba que aún quedaba margen para seguir creciendo, pero no era así, en la misma década apareció la punta del iceberg que ya no nos abandonaría: el arsénico en el agua. Pero las actividades económicas siguieron creciendo y quienes pudimos nos convertimos en botello manos, la desconfianza se apoderó de nosotros y cerramos la llave del agua entubada, que hoy tampoco llega. En las zonas rurales en donde ya se presentaban severos casos de envenenamiento, se implementó un sistema de pozos sin o con bajas concentraciones de arsénico, denominado caballo blanco para llevar agua a las zonas más afectadas. Pronto dejó de funcionar el sistema y como la actividad económica siguió creciendo muy por encima de la capacidad de carga, los pozos del sistema ahora presentan concentraciones elevadas de arsénico, como muchos otros.

Así fue como nos adentramos a los terrenos de la insostenibilidad agroindustrial y de otros sectores económicos.

Mucho tiempo después, la extralimitación se empezó a medir con un nuevo concepto: La huella ecológica, el cual fue propuesto en 1996 por William Rees y Malthis Wackernagel, y que en términos muy simples diremos que es un indicador para conocer el grado de impacto de la sociedad sobre el ambiente. Queda claro con lo dicho antes, que si se ha crecido muy por encima de la capacidad de carga la huella ecológica es muy alta, con los datos oficiales, se podría afirmar que es del orden del 50%, esto es, el consumo de recursos, agua, energía y tierras, es 50% arriba de la capacidad de carga.

El encontrarnos en los terrenos de la insostenibilidad debería pegarle a la conciencia general y pensar en las alternativas disponibles y en la voluntad política para revertir el proceso y transitar hacia la sostenibilidad, de ese tamaño es el desafío.

Escrito en: capacidad, agua, sistema, zonas

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