Cultural

Música en un suspiro

Die Fledermaus o El Murciélago de Johann Strauss hijo

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Hablar de Johann Strauss hijo es hablar del "rey del vals", pues más de 500 composiciones, entre las que se encuentra el famoso Danubio Azul, respaldan sendo título.

Strauss vivió entre 1825 y 1899. El destino lo colocó en la ciudad de Viena que para ese entonces ya se había consolidado como la capital europea de la música y del entretenimiento. De hecho, se dice que para 1818, Viena contaba con más de 400 salones para bailar ese nuevo baile inmoral pero tremendamente buscado y gozado, a saber, el Vals.

Aunque su padre Johann Strauss siempre se negó a que su hijo se dedicara a la música, el pequeño Johann creyó en él mismo y logró convertirse en el mayor exponente del vals de la historia. Sin embargo, y pese a su rotundo éxito como compositor, nunca se consideró capaz de escribir música para los grandes escenarios.

Y bueno, sus primeras incursiones en el terreno de la opereta fueron en verdad fracasos considerables. Pese a todo, Max Steiner, Director del Theater an der Wien, depositó toda su confianza en Strauss. Se cuenta que el entonces ya afamado compositor francés Jacques Offenbach decide ceder a Strauss, la oportunidad de componer la música para la frívola comedia de infidelidades y torpezas, El Murciélago. Pero, vayamos a la historia: Resulta que en un baile de máscaras, Gabriel von Eisenstein asistió disfrazado de mariposa y su amigo el Dr. Falke de Murciélago. Al salir de la fiesta estaban ya muy borrachos, así que Einsenstein decide abandonar a su amigo Falke durmiendo en un portal, pues éste no podía mantenerse en pie. Al día siguiente el Dr. Falke tuvo que regresar a su casa disfrazado de murciélago, siendo víctima de burlas y mofas por parte de los niños que lo veían pasar.

Esta escena lo hace enojar y entonces planea cómo vengarse. Eisenstein por su parte está preocupado pues ha sido condenado a ocho días de prisión por desacato a la autoridad. El Dr. Falke, es decir, el Murciélago, lo trata de "animar" invitándolo a una fiesta antes de internarse en el penal. Ambos amigos salen de casa presuntamente para ir a la cárcel. De la misma manera, la esposa de Einsenstein aprovecha la ausencia de su marido para pasar unos momentos de pasión con Alfred, su maestro de canto.  En ese momento aparece el director de la cárcel que viene por Eisenstein, pero al que arresta es a Alfred, el maestro de canto, que porta una bata del esposo de Rosalinda. Ya en la fiesta, Eisenstein es presentado ante el anfitrión como un noble marqués.

Casualmente también asiste a la fiesta el director del penal y unos momentos más tarde llega Rosalinda, la esposa de Eisenstein, pero totalmente disfrazada.  Eisenstein, sin sospechar que la bella mujer enmascarada era su esposa, trata de coquetearle y de conquistarla. Todos se besan y bailan alegremente. Al día siguiente en el despacho de la prisión Alfred está furioso alegando que él no es el reo y que está preso por una confusión.

Súbitamente aparece Eisenstein a entregarse como estaba establecido por la ley. Después de complejas aclaraciones, Alfred sale de la prisión… La venganza del murciélago se había cumplido. Ahí mismo afirma que todo había sido una broma para vengarse de su amigo, pero como ambos esposos se habían engañado, ella con el maestro de canto y él con su esposa disfrazada, se hacía necesaria una aclaración. El vino era el culpable de todo. Rosalinda lo perdona y todos terminan bailando y bebiendo.

Die Fledermaus, el Murciélago, no es una opereta, sino, la opereta más importante de la historia. A todo lo anterior quizá por ello afirmó Eurípides: "Donde no hay vino no hay amor"…, en un suspiro.  

Escrito en: Eisenstein, pues, Falke, fiesta

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