EDITORIAL

Ordenamientos: Zona Metropolitana y Municipios que la Conforman

Manuel Valencia Castro

Como resultado del artículo anterior en el que se hizo una primera aproximación al documento que andaba circulando sobre el PROGRAMA DE ORDENACIO´N DE LA ZONA METROPOLITANA INTERESTATAL DE LA LAGUNA (PO) 2023 - 2038, surgieron algunas preguntas que indican el interés que existe sobre el tema, en la primera pregunta resumo variasde ellas: ¿Si ya existen los Programas de Ordenamiento Municipal de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, es necesario la ordenación de la zona metropolitana? ¿Cuáles son los beneficios de tener un ordenamiento como Zona Metropolitana? Además alguien me dijo que esto de los ordenamientos estaba muy reborujado, con lo cual coincido definitivamente, es un enredo.

A la primera pregunta contestaría que sí es necesario la ordenación de la Zona Metropolitana (ZM), aunque debe respetarse en todo momento lo que cada municipio decidió en su ordenamiento. Esto no es un problema, ya que el enfoque de la Zona Metro es principalmente urbano y se enfoca a los crecimientos y funciones de las áreas en la que es muy activa la interacción de los municipios, e intenta resolver los diferentes impactos que se ocasionan por dicha interacción. En este sentido, la delimitación de la Zona Metropolitana pretende ser un instrumento que sea de utilidad para la planeación y gestión del Desarrollo metropolitano.

Por otro lado, los Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial en este caso municipales, de acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y sus reglamentos, son instrumentos de la política ambiental que se concibe como un proceso de planeación cuyo objetivo es encontrar un patrón de ocupación del territorio que maximice el consenso y minimice el conflicto entre los diferentes sectores sociales y las autoridades en una región. Durante este proceso se generan, instrumentan, evalúan y en su caso, modifican las políticas ambientales con las que se busca alcanzar un mejor balance entre las actividades productivas y la protección de los recursos naturales. En esta tesitura, se definen los usos de suelo permitidos (compatibles y condicionados) y los no permitidos (incompatibles) por cada UGA (Unidad de Gestión Ambiental), que se definen con base en los análisis de aptitud y de conflictos ambientales realizados en el diagnóstico.

Tomando como ejemplo el POET del municipio de Gómez Palacio, se generaron 19 UGAS de las que la UGA2 se denomina El Sarnoso con una vegetación actual predominante de matorral desértico y con usos compatibles de recursos naturales y conservación y con usos incompatibles de agricultura, ganadería, desarrollos urbanos e industriales y materiales pétreos, o la UGA 16 denominada Cabecera Municipal, el uso actual es desarrollo urbano y el uso compatible es desarrollo urbano e industrial, y los usos incompatibles son agricultura ganaderías, recursos naturales, materiales pétreos y conservación; y así, existen UGAS similares en los POET de Lerdo y Torreón con sus respectivas superficies.

Otra explicación que podría aclarar un poco más la posición de los municipios con respecto a la ZM es mediante una analogía química: el oxígeno y el hidrógeno son dos gases que al reaccionar forman un compuesto líquido con características propias diferentes a las de los elementos que lo formaron. Algo así esperan que ocurra con la realización del proyecto de la ZM, el resultado de la fusión de los municipios es el de una metrópoli o gran ciudad. Quizás con características mejoradas pero no distintas a las de los municipios que le dieron origen, luego entonces surge un nuevo nivel de organización y por eso, se requiere de una forma distinta de plantear y hacer las cosas de tal manera que se asegure de alguna forma que tendremos una mejor ciudad, con características nuevas que propicien el cumplimiento del objetivo principal del programa de ordenación de ZM: el mejoramiento de la calidad de vida de los laguneros.

El problema que yo veo es poca claridad en lo que propone hacer, no hay nada nuevo, como en la mayoría de estos proyectos todo gira en torno al aspecto económico, incluso las alternativas de mejoramiento del sistema vial se hacen pensando en ello, y aunque se insiste en nuevas formas de gestionar el transporte público, no es suficiente, se olvidan por completo del peatón y de otras formas alternativas de movilidad. El punto es que todos los beneficios que se mencionan con el mejoramiento del transporte público como la mitigación de los peligrosos contaminantes del aire que respiramos, se esfuman con las proyecciones de crecimiento de la población y de la demanda de vivienda y de servicios. Quizás sea esto último en lo que más atención se pone: en el crecimiento más que en el desarrollo.

Desde la descripción del problema del agua, la ambigüedad le gana a la precisión: los párrafos pertenecientes al agua potable son en su totalidad inaceptables, porque sus argumentos ya no reflejan la realidad de los últimos años y porque son tendenciosos a apoyar un proyecto ampliamente criticado por la sociedad organizada. Cuando se habla de la calidad del agua sólo se toca de pasada el arsénico y no toca el tema de salud pública correlacionado con las concentraciones del metaloide. No se presenta un mapa de las concentraciones de arsénico ni de los abatimientos del acuífero.

Las alternativas de solución del problema del agua contemplan racionalizar el agua potable, pero no toca el tema de regular la extracción del agua del acuífero, por el contrario, pondera y alienta la actividad que lo depreda. Quizás sea este tema el hilo para entrarle a la complejidad de ordenar la zona metropolitana.

Escrito en: agua, Zona, usos, recursos

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas