Solamente una mujer lagunera por cada tres hombres se ubica en el mayor rango salarial, con el equivalente a más de cinco salarios mínimos. (ARCHIVO)
Las condiciones salariales en La Laguna siguen siendo de desventaja para las mujeres, pues solamente una por cada tres hombres se ubica en el mayor rango salarial, con el equivalente a más de cinco salarios mínimos; a la vez, representan el doble de hombres que perciben menores ingresos, al ser el 33 por ciento de las que trabajan quienes reciben hasta un salario mínimo contra el 16.8 por ciento de varones.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a diciembre de 2022 (nueva edición), el 78.5 por ciento de las mujeres trabajadoras en esta región percibe ingresos inferiores a 10 mil 510 pesos, es decir, de hasta uno a dos salarios mínimos; en contraste, menos del uno por ciento recibe un sueldo superior a 26 mil 276 pesos.
Comparativamente, el 68.1 por ciento de los hombres que trabajan ganan menos de 10 mil 510 pesos, un 10 por ciento menos que la población de mujeres en ese nivel, mientras que en el rango salarial más alto se ubica el 1.9 por ciento de los varones.
La población económicamente activa de la zona metropolitana está integrada por 569 mil 750 personas, de las cuales 329 mil 543 son hombres y 240 mil 207 mujeres. Por actividad económica, casi ocho de cada 10 mujeres que trabajan lo hacen en el sector comercio y de servicios, principalmente en tiendas, restaurantes y servicios de alojamiento, servicios sociales y otros.
Solamente el 21.01 por ciento está laborando en la industria, sobre todo en la manufacturera con 46 mil 652 mujeres, 3 mil 173 en la construcción y 407 en la industria extractiva y electricidad. De manera que el sector productivo secundario sigue siendo terreno de los hombres, donde representan ocho de cada 10 trabajadores. La población femenina también se ve afectada por condiciones de desigualdad en el acceso a servicios de salud, pues de acuerdo con la misma ENOE representa el 48.5 por ciento de trabajadores con esta carencia, contra el 43.3 por ciento restante que corresponde a hombres.
Esto significa que 116 mil 545 mujeres que laboran no tienen acceso ni cobertura alguna en servicios de salud. A su vez, quienes cuentan con estos servicios constituyen el 51.3 por ciento contra el 56.4 por ciento que son hombres.
PERSISTEN BARRERAS
Las mujeres mexicanas enfrentan barreras para acceder, crecer y permanecer en el mercado laboral, pues según datos el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) representan el 41 por ciento de la PEA.
Las mujeres también destinan más tiempo al trabajo no remunerado, a razón de 2.5 veces más que los hombres a las actividades del hogar, con hasta 50 horas promedio por semana.
En cuanto al emprendimiento femenino, cabe señalar que ocho de cada 10 pertenecen a la economía informal, es decir más de cuatro millones de mujeres que se encuentran en esta situación, lo cual las deja al margen de oportunidades de financiamiento y nuevos mercados.
La informalidad afecta la competitividad en nuestro país, pues está directamente relacionada con salarios bajos y menor productividad, además de limitar el crecimiento de los negocios. Es por ello que las emprendedoras en el sector formal cuentan con ingresos mensuales 2.5 más altos que esa inmensa mayoría que se encuentra fuera de este ámbito.