EDITORIAL

Eslabones

Yamil Darwich

El veredicto fue ¡culpable! y ahora, Genaro García Luna, esperará a que el juez Brian Cogan, dicte sentencia en el mes de junio del presente año.

Es un eslabón más de la larga cadena de delincuencia que nos está ahogando, utilizado politiqueramente para ganar conformidad. Evidencia: la manta del Zócalo durante la manifestación a favor del INE.

García Luna es culpable de: distribución internacional de cocaína; distribución y posesión de cocaína; conspiración para importar cocaína; organización criminal y emitir declaraciones falsas al solicitar la ciudadanía en 2018.

Se quedaron cortos; en diversas declaraciones de testigos protegidos -delincuentes como él- se denunció lavado de dinero, tortura y múltiples asesinatos. Omisión ¿intencionada?

La corrupción en México nos causa detrimento económico, no solo por el tráfico de drogas, también con influyentismo y abusos en la impartición de justicia, llegando al extremo de intentar y, en ocasiones lograr, cambiar a la Constitución Mexicana, "dejándola a modo".

García Luna, es un eslabón más de los crímenes que se cometen contra México y con infortunio vemos como se maneja el caso con intereses ajenos a la justicia y la libertad. Las declaraciones de diversos personajes intencionalmente nos confunden y distraen de la realidad nacional, intentando conformarnos y ganar tiempo para encontrar -nuevamente- cómo engañarnos.

La cadena es larga, sostenida con fuertes uniones entre sus eslabones; va más allá del narcotráfico y tiene otras formas de corrupción que practican los politiqueros, abusones pseudo empresarios "de cuello blanco" y criminales de todas las especies.

La impunidad es otra cadena que sostiene a la corrupción, dejando sus consecuencias en el daño patrimonial y a la inseguridad personal de todos los mexicanos, pero… ¿por dónde empezar?

Las declaraciones son sancionadoras, señalando al sentenciado culpable, entregándolo merecidamente "a los leones", entregando "pan y circo" al pueblo; despierta muchas preguntas de los pensantes, mismas que no reciben las respuestas merecidas por parte de los responsables de darlas.

Le comparto algunas que seguramente usted podrá ampliar.

Felipe Calderón, se dijó inocente: "se ha utilizado la resolución para atacarme", declaración hecha desde el extranjero, en un país que le protege con la no extradición. ¿Entonces por qué se esconde?; imagino la respuesta que daría: abuso político, callando que el narcotráfico creció nueve veces en su mandato y que él inició el proceso de militarización de México.

Nuestro presidente López, manifestó su conformidad con el veredicto, haciendo declaraciones festivas y reorientando las baterías hacia Felipe Calderón, al que sentencia: "pero… entonces, ¿qué no sabía el presidente?".

Ya en otras ocasiones aseveró que el presidente de México "está enterado de todo", auto incriminándose en los casos de corrupción del presente sexenio.

Pregunta:¿qué ha hecho con las acusaciones de enriquecimiento y abuso de funciones de la propia familia -hermanos, hijos y otros como Bartlett, la magistrada Yasmín y muchos funcionarios durante su sexenio? ¡No somos iguales!, los defiende, con desfachatez.

¿Y qué sucede con administraciones anteriores, caso de Enrique Peña Nieto, cuando sus "segundas manos" están en procesos legales? Pareciera que existe algún "impedimento" que lo salvaguarda; entre tanto, desenfadado, continúa gozando de los placeres de las altas aristocracias.

¿Y los Moreira?: intocables.

¿Qué ha pasado con los casos de genocidio, como los 43 estudiantes de Ayotzinapa o los muertos del norte de Coahuila?

Usted puede enumerar muchos abusos más.

La ley en los EUA ha sido aplicada al criminal; sin embargo, ellos también dejan interrogantes:

¿Acaso solo los mexicanos son envenenadores que enferman y matan a estadounidenses?

AMLO ya ha pedido que se investiguen funcionarios y policías de aquel país; recibió silencio como respuesta, aunque su embajador en México declara enfático: "el compromiso inquebrantable de Estados Unidos por defender la democracia", declaración repetidamente repudiada.

Breon Peace, fiscal del Distrito Este de Nueva York, enunció ufano: "García Luna, vivirá el resto de sus días habiendo sido revelado como un traidor a su país y a los honestos de la ley que arriesgaron sus vidas para desmantelar los cárteles de la droga". Calla los muchos nombres de investigadores norteamericanos que se mencionaron como corruptos; ellos también son traidores, pero a los EUA.

El juez Cogan, recibió el veredicto del jurado y dictará su sentencia confiando que olvidaremos la orden dada para no hacer públicos los nombres de otros acusados, mexicanos exhibidos y norteamericanos protegidos; bien sabemos que allá la justicia se aplica con diferencias entre negros, latinos y blancos; entre nacionales o emigrados; poderosos o simples ciudadanos; juzgando acciones de otros países y justificando las propias. Eso también es alta criminalidad.

Sería un sueño pensar que es el inicio del combate contra la corrupción en México; nos corresponde estar atentos, enterados, luego participar con las defensas que nos marcan nuestras propias leyes y la democracia.

La respuesta contra el Plan B es advertencia del México Bronco. ¿Espera respuestas racionales?

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Escrito en: México, declaraciones, corrupción, cocaína;

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