EDITORIAL

Priorizar las soluciones

Jorge Álvarez Fuentes

La emergencia climática, provocada por la actividad humana, continúa agravándose. Siguen acumulándose evidencias en el mundo. Los regímenes climáticos están cambiando de manera irreversible y acelerada. Los múltiples impactos del cambio climático están precipitando crisis humanitarias. El Secretario General de Naciones Unidas acaba de advertir que podría haber pronto un éxodo "de proporciones bíblicas", de migrantes y refugiados, si continúa subiendo el nivel del mar a causa del calentamiento global, puesto que varios países insulares, ciudades, regiones y comunidades costeras están en riesgo de hundimientos, inundaciones y tormentas.

Europa se apresta para otro año de sequias e incendios, tras experimentar su tercer enero más cálido de la época moderna. Los principales lagos y cuerpos de agua tienen reservas muy bajas y niveles mínimos. El continente europeo y las islas británicas necesitarán urgentemente 50 días de lluvia para lograr recuperarse y evitar que se repitan los estragos del año pasado. Recordemos que el llamado Mar de Aral, en Asia Central, antaño el cuarto lago más grande del mundo está prácticamente seco. Se tornó un enorme desierto provocado un desastre ambiental y social. Desde 2019, Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay vienen experimentado sequías, olas de calor y fenómenos climáticos extremos. Las altas temperaturas han aumentado la evaporación y empeorado la crisis hídrica en Sudamérica. Cosechas y medios de vida se han perdido. Además de los impactos del fenómeno meteorológico natural conocido como La Niña, las altas tasas de deforestación en el sur de la Amazonía impactan y complican la producción agropecuaria en varias regiones, debido a precipitaciones escasas e irregulares y una menor humedad. México y los países de Centroamérica no han superado los impactos adversos de ciclos largos de sequias y huracanes. La isla norte de Nueva Zelandia acaba de ser azotada por un fuerte ciclón causando inundaciones generalizadas, afectando las vías de comunicación y la red eléctrica, en el peor desastre natural en una generación. No olvidemos las extensas lluvias e inundaciones del año pasado en Pakistán, catastróficas para millones de personas. Los impactos y repercusiones del cambio climático son siempre locales y globales.

Pero todas estas situaciones desastrosas no deben verse como meras calamidades, como sucesos lamentables, temporales. Son consecuencia directa de la persistencia de actividades extractivas, de retos pospuestos y la falta de resolución para hacer realidad la urgente transición energética en el mundo, cuando existen compromisos, herramientas, propuestas y soluciones favorables que deben honrarse, usarse, adoptarse y replicarse, en el menor tiempo posible, siendo muchos los factores y actores.

Los gobiernos de las principales economías, que tienen la responsabilidad política y moral, siguen comprometidos con la transición energética. La Unión Europea, con Alemania a la cabeza, aceleró sus planes para desplegar energías renovables y concretar proyectos de hidrógeno para sustituir su dependencia del petróleo y el gas. La administración estadounidense, mediante decisiones legislativas y planes gubernamentales le está apostando a turbo incentivar las inversiones verdes. Europeos y norteamericanos están invirtiendo en alternativas ecológicas y rentables.

Sin embargo, el resurgimiento en fechas recientes de la demanda de hidrocarburos, las gigantescas utilidades obtenidas por las principales empresas petroleras, las respuestas favorables de los mercados, plantean serias dudas sobre cómo y cuándo estas empresas honraran sus compromisos de reducir y sustituir la producción de combustibles fósiles. Nunca fue realista, en el contexto de la prolongación de guerra en Ucrania y los pronósticos de una recesión económica, esperar que las grandes empresas petroleras ayudaran de manera rápida a impulsar la descarbonización, al prevalecer la incertidumbre sobre la seguridad energética y sus costos, sin tener claro cuánto tiempo le tomara al sistema mundial de energía desplazarse de los combustibles fósiles a las energías renovables.

Los grandes bancos multilaterales de desarrollo, empezando por el Banco Mundial, siguen estando a la zaga en cuanto a liderazgo y financiamiento de proyectos climáticos. Ello hace urgente su reforma. Se necesita que tengan un impacto transformador respecto de la transición energética, incentiven el cambio tecnológico y se sumen a la revolución digital. Deben dejar atrás las políticas de subsidios y las frecuentes limitaciones de sus operaciones concentradas a nivel nacional, para incidir de manera eficaz a escala regional y subnacional.

Entre otras herramientas avanzadas está la iniciativa World Weather Attribittion, una iniciativa independiente de colaboración entre científicos especializados de múltiples naciones que estudian, miden y evalúan los fenómenos climáticos extremos en el mundo, atribuibles a emisiones antropogénicas. Su objetivo: desarrollar modelos para determinar causas, tendencias, frecuencias e impactos para ayudar a formular respuestas y soluciones en la toma de decisiones gubernamentales, revisar los marcos regulatorios, evaluar las políticas públicas y reformar las legislaciones aplicables para la ejecución de planes de acción.

Está también la organización internacional no gubernamental Carbon Disclosure Project cuya finalidad es clasificar y ranquear a las empresas globales respecto del cumplimiento oportuno de sus compromisos para reducir, en el corto y mediano plazo, sus emisiones netas de carbono, haciéndolo de forma transparente y verificable. Ahí está el ejemplo muy notable del Grupo Bimbo, con el más alto ranking, que se encamina a cumplir el objetivo de utilizar 100% de energías limpias y renovables, a escala global, para el 2025.

Aun sabiendo que tomará 20 años y una inversión de 60 mil millones de dólares producir hidrogeno verde en México, a gran escala, especialmente en Baja California, Chihuahua, Durango, Guanajuato y San Luis Potosí, resulta muy alentador el anuncio de CEMEX que introducirá este año hidrogeno verde en los procesos de cuatro plantas.

@JAlvarezFuentes

Escrito en: impactos, empresas, están, planes

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