EDITORIAL

Una vergüenza el caso García Luna

José Santiago Healy

La declaración de culpabilidad de cinco cargos graves por parte de una corte federal de Estados Unidos en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, representa una evidencia más de la monstruosa corrupción que priva en México en el tema de la justicia.

García Luna fue director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el gobierno de Vicente Fox y posteriormente fue destacado miembro del gabinete de Felipe Calderón durante seis años.

¿Cómo es posible que durante todo ese tiempo ninguna autoridad civil o militar de México y también del extranjero advirtiera las andanzas de este ladino policía quien protagonizaba golpes contundentes contra el narcotráfico al tiempo que estiraba la mano y abría su bolsillo para recibir jugosas sumas de dólares del cártel de Sinaloa, lidereado por Joaquín "El Chapo" Guzmán?

No cabe duda que García Luna fue audaz y temerario, llegó a codearse con los altos jefes de la DEA, el FBI y demás autoridades norteamericanas, vaya hasta se tomó fotos con el entonces presidente Barack Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Pero la verdad emergió finalmente y a pesar de haber obtenido una visa para vivir en Estados Unidos y posteriormente una "green card" gracias a sus contactos con el gobierno yanqui, la riqueza del ex funcionario no pasó desapercibida y debido a ello se inició una amplia investigación en su contra que concluyó con su sonado juicio en la corte federal de Brooklyn, en Nueva York, donde también fue juzgado Joaquín Guzmán Loera en el año 2019.

Cuatro de los cinco cargos están relacionados con su complicidad con el cártel de Sinaloa durante doce años, especialmente por brindar protección para el envío de cocaína a Estados Unidos. Será el 27 de junio de este año cuando el juez Brian Cogan dicte formalmente la sentencia contra el delincuente mexicano que se estima será de más de veinte años con la amplia posibilidad de alcanzar la cadena perpetua.

Esto significará que por primera vez en la historia de México un ex funcionario a nivel del gabinete presidencial es acusado de conspirar con narcotraficantes y de recibir por sus delitos una condena de por vida.

Durante las cuatro semanas que duró el juicio las opiniones sobre el mismo en México se polarizaron. Mientras los defensores de los gobiernos panistas aseguraban que no había pruebas contundentes para condenar a García Luna, los morenistas incluyendo el presidente López Obrador lo acusaban de haber encumbrado a los grandes capos del narco en el país.

Varios de los declarantes -narcotraficantes en calidad de testigos protegidos-, entre ellos Jesús Reynaldo Zambada, alias "El Rey Zambada", dijeron haber entregado muchos millones de dólares al ex secretario de Seguridad a cambio de protección.

Efectivamente no hubo pruebas concluyentes como fotos, cheques ni transferencias bancarias, pero también es cierto que la defensa de García Luna no logró explicar con claridad la procedencia de sus riquezas traducidas a bienes inmobiliarios, autos y cuentas bancarias.

Fue su esposa Linda Cristina Pereyra la única declarante a favor del acusado, sin embargo sus argumentos fueron insuficientes para los doce miembros del jurado que de manera unánime consideraron culpable al ex funcionario mexicano.

Sorprendió que García Luna no defendiera personalmente su caso lo que deja muchas dudas. O bien no quiso exponerse a ser interrogado y exhibido por la fiscal Saritha Komatireddy, quien llevó la estrategia en contra del acusado, o de plano ya negocia con la justicia norteamericana una sentencia moderada a cambio de información privilegiada.

Con toda la inmundicia que salió en este juicio queda clarísimo que la delincuencia organizada en México está infiltrada en las más altas esferas del poder y de ahí la explicación del porque ningún gobierno reciente ha logrado controlar el narcotráfico y reducir la violencia.

Habrá que preguntarse cuántos "Garcías Lunas" más estarán trabajando en estos momentos para los carteles en el gobierno federal y en los estatales que también cuentan.

COMENTARIO FINAL

En lugar de intentar deslindarse de García Luna, el ex presidente Felipe Calderón está obligado a extender al pueblo mexicano su más sincera y amplia disculpa por haber permitido que un alto funcionario haya promovido el narcotráfico y dañado el prestigio de México. Calderón puede estar libre de delito, pero incumplió gravemente su función como presidente al no darse cuenta de la clase de bribón que tenía como colaborador.

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Escrito en: García, Luna, México, presidente

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