EDITORIAL

Salvar los océanos

Jorge Álvarez Fuentes

Los océanos constituyen el mayor ecosistema de la Tierra. Los diversos ecosistemas asociados a la vida marina, con tan extensas masas de agua, proveen alimentos y empleos a miles de millones de personas. Generan actividades económicas, posibilitan el transporte marítimo y el comercio, también dan lugar a las actividades turísticas al ofrecer oportunidades recreativas. Los océanos regulan el clima y protegen a las poblaciones costeras de las tormentas. La meteorología así lo demuestra. Hoy sabemos que la emergencia en los océanos y la emergencia climática están intrínsecamente relacionadas. Son fuente continua de oxígeno, sustento y alimentos. Cada día es más urgente, difícil y necesario impulsar y garantizar su conservación, amenazados por los desarrollos inmobiliarios no sustentables en las ciudades costeras, la pesca ilegal y comercial insuficientemente combatida y regulada, por el turismo depredador, que han puesto en riesgo y terminado por devastar numerosos ecosistemas marinos. Debemos hacer frente a la sobrepesca de especies, las prácticas pesqueras insostenibles, a la proliferación de obras de infraestructura destinadas a desalinizar, filtrar, tratar y distribuir agua, al uso irreflexivo de energías fósiles. Urge lograr la adecuada gestión de miles de toneladas de desechos y residuos plásticos para mantener los servicios ambientales relativos al almacenamiento de carbono y enfrentar el cambio climático que continúa elevando la temperatura de los océanos. El capital natural no es inagotable: debemos corregir errores para rescatar los océanos. Los llamados hechos en las recientes conferencias multilaterales respecto de los océanos, para luchar contra la acidificación del agua y la pérdida de hábitats, para incentivar y alcanzar una "economía azul", deben ser escuchados y comprendidos, para expresarse, no sólo como compromisos gubernamentales voluntarios, sino traducirse en acciones globales ambiciosas y concertadas, en soluciones colectivas incrementales y bien planeadas, si queremos salvarlos efectivamente. Los daños que la humanidad ha causado a la vida marina y sus medios de subsistencia deben y pueden revertirse.

Cuando hace seis años se alertó sobre la situación crítica de los océanos, no sólo la contaminación marina, comenzaron a discutirse medidas innovadoras con base en los conocimientos de las ciencias oceanográficas. Hubo plena certeza que había que tomar en cuenta a las poblaciones costeras y aprovechar los importantes avances tecnológicos para limpiar tanto los océanos como las cuencas de los ríos. Ello exigió, también, conseguir la participación de las principales organizaciones científico-técnicas, nacionales e intergubernamentales. El año pasado en Lisboa, en una segunda conferencia internacional sobre los océanos, se determinaron y adoptaron diez ambiciosos objetivos para esta década. Quedó claro que había llegado la hora de pasar de las palabras a los hechos para rescatar los océanos, restaurar el equilibrio ecológico y climático y regenerar la vida marina. Los acuerdos alcanzados en las recientes conferencias sobre cambio climático en Egipto y sobre biodiversidad en Montreal, dieron un impulso muy importante para promover una mejor gobernanza de los océanos, el cual no podemos perder. La próxima conferencia denominada Nuestro Océano, a celebrarse en Panamá a principios de marzo, debe conseguir movilizar rápidamente la acción de los gobiernos, la participación de empresarios, académicos, organizaciones civiles, y convocar a los ciudadanos del mundo para implementar sistemas prácticos, interconectados, de planeación y manejo de áreas marinas protegidas, y, paralelamente, desarrollar soluciones directas, financieramente sustentables, para resolver, en el menor tiempo posible, la contaminación marina. Conseguir que el 30% de los océanos sean, en efecto, áreas marinas protegidas y que cuando menos el 30% de la biodiversidad marina esté protegida antes del 2030.

En el porvenir de los mares está en juego el futuro del mundo. Nos atañe a todos en México. Recordemos que contamos con más de 11 mil kilómetros de litorales y que en nuestro devenir histórico frecuentemente les dimos la espalda. Dos grandes regiones marinas custodian nuestra vasta tierra firme, con sendas penínsulas en los extremos. De las 32 entidades federativas, 17 cuentan con litorales, habiendo 263 municipios costeros. Las zonas marinas mexicanas comprenden el mar territorial, las aguas marinas interiores, la zona contigua, la zona económica exclusiva y las plataformas continental e insular, regidas por la Ley Federal del Mar, de 1986, cuya actualización es urgente. El océano Pacifico se extiende a lo largo de 8,475 km, con los golfos de California (un mar interior exclusivo) y el de Tehuantepec. El océano Atlántico 3,294 km, con el golfo de México (conteniendo el golfo de Campeche) y el mar Caribe. Frente a las costas de este último se ubica el arrecife mesoamericano, el segundo más largo del mundo. Siendo uno de los países megadiversos, tenemos más superficie oceánica (65%) que terrestre (35%). México posee una extraordinaria riqueza natural en sus océanos, mares, costas, lagunas, estuarios, marismas y manglares, ligada a su extensión territorial y su biodiversidad, en virtud de nuestra singular fisiografía y posición geográfica intertropical. Los ecosistemas marinos mexicanos comprenden más de 2,500 especies de peces, tiburones y mantarrayas; 300 especies de corales, medusas y anemonas; 4 mil especies de moluscos, como pulpos, caracoles y almejas; 5 mil especies de crustáceos como camarones, cangrejos, jaibas y langostas; 50 especies de mamíferos marinos y 11 especies de tortugas y cocodrilos.

¿Qué podemos hacer para salvar los océanos? Informarnos, contribuir a reducir las emisiones, utilizar menos productos de plástico hasta descartarlos por completo, hacer compras sustentables de productos del mar, ayudar a cuidar las playas, apoyar las organizaciones locales que protegen la fauna marina e influir para introducir cambios en nuestras mentalidades y comunidades.

@JAlvarezFuentes

Escrito en: océanos, océanos,, especies, marinas

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