Después de que el XXII Congreso Constituyente del estado de Coahuila de Zaragoza promulgara el decreto número 1421, el cual contenía exclusivamente dos artículos, de los cuales en el primero se desconoce al usurpador Victoriano Huerta, como titular del Poder Ejecutivo de la República Mexicana, y en el segundo se dispone conceder facultades extraordinarias al ejecutivo del estado en todas los ramos de la administración pública, para que suprima los que crea convenientes y proceda a armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden Constitucional de la República".
Una vez decretado lo expuesto en el párrafo que antecede y que fuera concebido por el entonces gobernador Constitucional del estado de Coahuila, don Venustiano Carranza Garza, el mismo se vio precisado a organizar un ejército en forma, para lo cual los grupos revolucionarios de la época brindaron su apoyo a Carranza, entre otros Sonora y Chihuahua, quienes apoyaron lo dispuesto en el decreto en cita, esto en la Convención de Monclova, en la cual se dispuso la organización del que sería el Ejército Constitucionalista, correspondiéndole al Teniente Coronel Jacinto B. Treviño y al Capitán primero Francisco L. Urquizo, la organización del cuerpo armado mexicano.
El Teniente Coronel, Jacinto B. Treviño y el Capitán primero, Francisco Urquizo, de inmediato se dedicaron a adiestrar a los integrantes del Ejército, organizando los primeros grupos del ejército los que fueron los del noroeste, noreste, oriente, occidente y del centro del sur y sureste, creando el primer cuerpo de Zapadores, el que fue conformado exclusivamente por mineros de Piedras Negras, Coahuila, iniciándose desde entonces las regiones y zonas militares, las cuales hasta hace algunos años eran doce regiones y cuarenta y cinco zonas militares.
Siendo por demás importante para orgullo de todos los coahuilenses, que el actual Ejército Mexicano, se originó por el decreto número 1421 de fecha 19 de febrero de 1913, promulgado por el Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza.