EDITORIAL

Torreón o la Cosa Nostra

Yohan Uribe Jiménez

Cuando el río suena, agua lleva. Reza el refrán que intenta decir que cuando un rumor se dispersa es porque algún trasfondo cierto tiene. Y aplica a la perfección para los casos de corrupción que se escuchan en uno y otro sector en torno a las direcciones de Seguridad Pública y Tránsito y Vialidad de Torreón. Porque cuando elementos de esas corporaciones, ciudadanos, representantes de cámaras y organizaciones hacen señalamientos, al menos, deberían tomarse en cuenta para investigaciones serias, no solo de la actual administración municipal sino de una institución del estado que solo suena en los comerciales de radio y televisión, la Fiscalía Especializada en Delitos por Hechos de Corrupción.

Un comerciante del centro de Torreón, que cuenta con cerca de cinco locales comerciales en el primer cuadro de la ciudad me explica. Desde hace más de cuatro administraciones, elementos de la Policía Municipal de Torreón se han acercado a los comerciantes para pedirles una "ayuda voluntaria" para los elementos, exaltando el gran esfuerzo de los agentes para que el sector no sea golpeado por la delincuencia común. Una práctica que como era "voluntaria" los comerciantes no vieron mal, y dependiendo del tamaño del negocio colaboraban mes a mesa con dos, tres y hasta cinco mil pesos mensuales.

Lo que ahora ven con una alarmante preocupación, es que, de un momento a otro, de la "colaboración voluntaria" se pasó a una cuota fija, que debe ser pagada de manera sagrada cada fin de mes. Versión que me confirmó el dueño de otro pequeño negocio y quien dice estar consciente de que está práctica no debería existir, pero no le hace ruido con tal de estar alejado del vandalismo y la delincuencia, además porque su cuota, me dice, ya la ingresó a su contabilidad como un costo fijo.

El México que rebasó aquellos capítulos periodísticos que leíamos con asombro por la forma en la que operaban en Italia grupos criminales como la ´Ndrangheta, la Cosa Nostra y la Camorra, cobrando derecho de piso a los comerciantes, lo relacionábamos con los grupos del crimen organizado que tienen azorado a varios estados del país. Pero cuando estás prácticas, disfrazadas de "cooperación voluntaria", son realizadas por las propias autoridades, como está pasando en Torreón, las alarmas deberían estar encendidas y en lugar de argumentar públicamente campañas de desprestigio, se deberían estar anunciando serias investigaciones.

El río también suena en el caso de la Dirección de Transito y Vialidad, está vez me lo confirman dos elementos de la misma corporación, quienes me explica una estructura mucho más organizada que las que describía en sus relatos Mario Puzo. Según los agentes, si un elemento pedestre quiere que los ubiquen en uno de los cruceros de alta velocidad deberá reportarse con su coordinador con 150 o 200 pesos diarios; mientras que un elemento que quiera patrullar en motocicleta en cualquiera de los tres turnos debe reportarse al día con 300 pesos, y quienes conducen una de las patrullas 400 o 500 pesos diarios. Un reto sumar al día las cifras por la gran cantidad de agentes en la ciudad.

Ellos sostienen que estás prácticas tampoco son nuevas, aseguran que siempre han existido en dicha corporación, y que el dinero producto de las llamadas "mordidas" que salen de los ciudadanos que prefieren sostener esos esquemas de corrupción antes que pagar las multas, llegan hasta las propias oficinas de la dirección, algo que no se puede comprobar, no sabemos si es cierto, pero al menos así lo sostienen los propios elementos, que lo normalizan al grado que para ellos nunca ha estado mal.

Los recientes señalamientos que ha registrado la prensa sobre el comportamiento de algunos integrantes de estas corporaciones agua lleva. Porque no es solo la prensa, ni los ciudadanos, también son diferentes sectores y organizaciones, es decir, agua lleva. O los funcionarios públicos de estas dos corporaciones han visto muchas películas de la mafia italiana y se sienten protagonizando una serie de Netflix, o las autoridades han optado por hacer oídos sordos a las denuncias ciudadanas, y sencillamente, no se puede presumir un buen gobierno con prácticas tan alarmantes como estas.

Según los representantes de una de las cámaras de la región, sus agremiados también pagan una cuota al mes. Incluso me enseñan una de las conversaciones del grupo de gerentes de bares y restaurantes, que por cierto tiene más de 135 integrantes, donde hablan de la cuota fija que pagan a inspectores de Inspección y Verificación para que no los molesten, esto a pesar de tener en regla todos los permisos de sus comercios. Y uno se pregunta: ¿cómo es que el peso de la ley no se aplica a los funcionarios públicos?

En fin, si las autoridades captan bien el mensaje, en lugar de enojarse con los periodistas cuando hacen señalamientos, deberían investigar y sancionar este tipo de actos de corrupción, porque quien primero les reconocerá ese esfuerzo es la ciudadanía, que cuando siente que quien lo presiona es la autoridad, queda desprotegido porque no tiene a quien recurrir.

@uyohan

Escrito en: deberían, quien, estar, pesos

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