EDITORIAL

Focos rojos, encendidos y parpadeantes

Arturo Sarukhán

El libro de memorias de Mike Pompeo -el segundo secretario de Estado de Trump y uno de los sicofantes y facilitadores del exmandatario estadounidense y de su vandalismo político y diplomático- es, de principio a fin, un ejercicio de chovinismo y cinismo, encaminado a elevar el perfil de su autor ante la base de ultraderecha de su partido y ubicarlo como un potencial contendiente para la nominación presidencial republicana en 2024. Pero más allá de los pasajes que no revelan nada que no supiésemos acerca de cómo el gobierno de Trump hizo que López Obrador doblara la rodilla ante la amenaza de aplicarnos aranceles punitivos si México no aceptaba recibir migrantes centroamericanos deportados desde EUA, las memorias de Pompeo contienen la semilla de una narrativa harto peligrosa para México y para la agenda bilateral con su vecino y socio diplomático más importante en el mundo.

Al referirse en sus páginas a las amenazas latentes para la seguridad nacional de EUA, Pompeo afirma que el "siguiente 9/11" -un nuevo ataque terrorista al interior del país- provendría de México, abonando a las actuales tesis republicanas de que la frontera con México es la principal amenaza a la seguridad estadounidense. Agrega que partes importantes del país ya no son controladas por el gobierno central. "Hay fuerzas de milicia bien armadas -los ejércitos privados de los sindicatos del crimen mexicanos- que imponen sus leyes criminales sin la interferencia del gobierno" en "espacios no gobernados" del territorio nacional. "México como refugio y lugar desde donde podrían lanzarse operaciones terroristas al interior de EUA es un escenario real en los próximos 10 años", concluye. El libro abona al prisma a través del cual el Partido Republicano ve la relación con México. Pero también es parte de una lectura crecientemente negativa en torno a las políticas de seguridad pública del gobierno mexicano y de sus implicaciones para nuestros vecinos. Primero, hay que recordar que ya en octubre el legislador texano que hoy, con la mayoría del GOP en la Cámara de Representantes se ha convertido en el nuevo presidente del poderoso Comité de Relaciones Internacionales de ese recinto, afirmó que la política de seguridad de López Obrador es la principal amenaza a la seguridad nacional de EUA. Segundo, el mismo día que el libro aparecía en librerías, dos representantes republicanos presentaron una iniciativa de ley en el Congreso que autorizaría a Biden a usar fuerza militar contra 9 grupos criminales trasnacionales mexicanos y en la cual comparan al CJNG y la organización de Sinaloa con el grupo terrorista ISIS. Tercero, esa misma semana, los medios de derecha conservadora en EUA se dedicaron a cilindrar que la Patrulla Fronteriza había detenido en diciembre a 17 individuos en la lista de terroristas sospechosos en la frontera con México. Y cuarto, el actual secretario de Estado, Tony Blinken, tuiteó el jueves que había llamado a su homólogo mexicano para instar a México a redoblar esfuerzos para confrontar el tráfico de fentanilo hacia EUA.

Hoy la combinación de factores políticos internos en EUA con la realidad de lo que ocurre sobre en materia de seguridad pública y capacidades de control territorial en México está cambiando cualitativamente la ecuación. Al buen entendedor (o a quien sepa identificar el hilo conductor que une a estos temas con la publicación de las memorias de Pompeo), pocas palabras.

Escrito en: seguridad, México, libro, Pompeo

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