EDITORIAL

Las trancas de AMLO

Julio Faesler

Las perspectivas para las elecciones en el tiempo de aquí a julio de 2024 que están por celebrarse son de cuidado. Una vez más hay mucho en juego.

Llevamos cuatro años de un programa centralizador del poder en un ensayo personalista so pretexto de justicia social. Al ir terminando su sexenio López Obrador no ha alcanzado ni la mitad de su programa de socialismo tropical. El desmantelamiento de entidades que con sus defectos venían sirviendo, deja un triste saldo negativo de pobreza y enfermedad. Los sistemas de salud, de atención a la familia, de educación y respaldo a la ciencia sufren el abandono de asesinos recortes presupuestales.

Las bases populares que sostienen encuestas notoriamente favorables al gobierno del orden de más de 60% llevan tiempo sufriendo las realidades de la austeridad que cuesta instaurar la Cuarta Transformación.

La variada colección de apoyos a adultos, jóvenes, estudiantes, campesinos y pescadores en las franjas más necesitadas de la población será la herencia más importante que el presidente deje a su sucesor. Muchos estamos de acuerdo con la validez de ciertos apoyos que sostienen los niveles mínimos de consumo. Al faltar su indispensable contraparte, el estímulo financiero a la producción, la estrategia quedó truncada. Dejada la economía al arbitrio de la banca comercial, la producción pequeña y mediana sigue luchando su batalla diaria para subsistir, sin mencionar el inhumano atraco de mafias que lo esquilman sin temor a una policía inexistente, mientras el alto empresariado nacional, cultiva sus lucrativas relaciones internacionales.

La tensión aumenta. La sociedad azuzada desde las mañaneras se divide. No basta que la clase popular, rescatada en parte de la pobreza, se confíe en que los programas sociales en marcha seguramente serán respetadas por la próxima administración presidencial. Esos apoyos no han elevado los niveles de vida a los que hay en otros países. Tampoco han convencido a cientos de miles de mexicanos a quedarse en casa y a no sumarse a los de centroamericanos y caribeños a buscar fuera mejores horizontes.

En este preocupante panorama sociopolítico se realizarán las elecciones que con las de Coahuila y el Estado de México arrancan este año en un proceso que, además de la presidencial, se extenderá todo el 2024 en 9 estados de la república y 30 congresos locales.

Previsor de una posible derrota en 2024, López Obrador intentó su Reforma Electoral para asegurar la continuidad transexenal de su proyecto tropical-socialista. Al no alcanzar los votos suficientes para un cambio constitucional, urdió el plan B que, de aprobarse en ambas cámaras legislativas, busca inhabilitar al INE reduciendo sus cuadros profesionales, cerrando organismos electorales locales mediante la rebaja de su presupuesto y elección popular de consejeros.

Llegado a la presidencia gracias a una vigilancia efectiva, AMLO larga andanadas interminables de insultos al INE acusando a sus consejeros de ser corruptos cuando todo el país ha oído de la honda y sucia corrupción con la que Morena se financia valiéndose, entre otras fuentes incluso mafiosas, de lo que recoge en sus tres emblemáticos proyectos.

Lorenzo Córdova, Consejero Presidente Electoral, ha denunciado a AMLO repetidas veces de destazar al INE. Los consejeros electorales denuncian las falsedades de los ataques y señalan a personajes como Manuel Bartlett, hoy jefe de la CFE, que instrumentó el fraude de 1988 por el que ganó Salinas.

López Obrador empeña su haber político en asegurarse que, debilitando la capacidad del INE para impedir maniobras fraudulentas, los resultados adversos de las elecciones sean controvertidos e impugnados. Así contaminada la confiabilidad electoral México regresaría a los viejos tiempos del invencible e inauguraría la estrategia de desestabilización política continuada que, típico para la mentalidad izquierda, es donde mejor se acomoda Morena.

Ricardo Monreal presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado quiere que se apruebe rápidamente el plan B para que, ya promulgada, sea enviada de inmediato a la SCJN donde se interpondrán los recursos de impugnaciones ya formalmente anunciados por los partidos de oposición.

El deterioro general por el que estamos pasando es resultado de las medidas instrumentadas por el gobierno para purgar a la sociedad del sistema capitalista neoliberal que ha regido al país desde mediados del siglo XIX y regalarle los horizontes de una inspirada Transformación.

Un nuevo despertar ciudadano, en su marcha del 13 de noviembre para defender al INE y la de 26 de febrero, sigue las huellas de las campañas de los años 90 como de ADESE, Alianza Civica, Consejo para la Democracia para continuar la brega que paso a paso, saltando trancas, va logrando sus objetivos.

Escrito en: que,, apoyos, AMLO, Obrador

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