En las próximas semanas analizaremos uno a uno los posibles contendientes a la Presidencia de la República de los partidos con registro en el país, lo haremos sin ningún orden específico y no de manera consecutiva.
Hoy iniciamos con los precandidatos del partido en el poder Morena y el cual lleva al día de hoy delantera sobre el resto de los partidos de acuerdo a las encuestas, sin embargo nada está escrito cuando falta año y medio para la elección del 2024.
Arrancamos, pues, con la corcholata mayor es decir la señora Claudia Sheinbaum Pardo, actual gobernadora de la Ciudad de México y quien goza de amplias simpatías por parte del primer mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Claudia nació en la ciudad de México hace 60 años, es hija del químico Carlos Sheinbaum y la bióloga Annie Pardo. Se casó en 1987 con Carlos Imaz Gispert, uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de quien se separó en el 2016.
Es licenciada en Física por la UNAM, maestra en Ingeniería Energética y doctora en Ingeniería Ambiental. Realizó trabajados de investigación en el Laboratorio Berkeley de California, así como estudios avanzados en El Colegio de México.
Es investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM y de llegar a la presidencia de la República será la primera mujer en el cargo y también el primer doctor investigador.
Su carrera profesional se desarrolló inicialmente en el ámbito académico y de la investigación sin participar en actividades políticas salvo en grupos de izquierda universitarios como el Consejo Estudiantil Universitario.
Su incursión a la vida política inicia en diciembre del 2000 cuando el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México la designa como Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal. En mayo del 2006 renuncia al cargo para incorporarse a la campaña presidencial de AMLO.
Claudia participa también en la campaña del 2012 y es hasta finales del 2015 cuando es nombrada delegada en Tlalpan, puesto que desempeña hasta diciembre del 2017 para asumir la precandidatura y después la candidatura de la coalición Juntos Haremos Historia para contender por la gubernatura de la Ciudad de México.
Sheinbaum promovió en su campaña una agenda progresista a favor del movimiento feminista, los derechos de los homosexuales y del aborto, entre otros temas controversiales.
Los simpatizantes de Claudia aseguran que es una mujer muy disciplinada, enfocada a lograr resultados y a cumplir con pasión los objetivos que se propone.
Sus críticos la califican de inexperta en temas políticos y técnicos además de no haber logrado consolidar un equipo de trabajo sólido y eficiente.
Ha tenido algunos traspiés en su vida política. En el terremoto de septiembre del 2017 se cayó un edificio del Colegio Enrique Rébsamen donde murieron 19 niños y siete adultos, precisamente en Tlalpan donde Sheinbaum era la delegada quien enfrentó serias acusaciones por fallas en la autorización de planos y construcciones en dicha delegación.
Como jefa de Gobierno de la CDMX vivió la tragedia y consecuencias del colapso de la Línea 12 del Metro en mayo del 2021 que hasta la fecha ha quedado como una mancha negra en la carrera política de Claudia ya que ahí fallecieron 26 ciudadanos.
Para colmo un accidente más en el Metro se registró en días pasados con un saldo de una persona muerta sin que hasta el momento haya quedado claro el motivo.
Claudia ha seguido al dedillo las políticas de López Obrador, se le considera la aspirante más cercana al tabasqueño por lo que será muy difícil que Morena escoja a otro candidato presidencial salvo que un nuevo escándalo arruine las ambiciones de la investigadora.
Lo cierto es que las simpatías para la Sheinbaum son escasas en la ciudad de México y también a nivel nacional, fuera de la esfera de Morena. No será, pues, la mejor opción electoral, aunque con ella AMLO asegura la continuidad de su programa político.
NOTICIAS, NOTICIAS…
Como estudiante en la ciudad de México en los años 70, utilizaba confiado y de manera frecuente el servicio del Metro, pero a raíz de la colisión de dos trenes en octubre de 1975 con saldo de 31 muertos lo seguí usando con miedo y precaución. Aquel percance originó cambios de fondo que evitaron por años los accidentes. Hoy en día ocurren muy seguido lo que indica el pésimo manejo de este medio de transporte. No quiero pensar lo que hoy sienten los capitalinos cada vez que abordan un vagón del Metro.
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