EDITORIAL

Circo, maroma y campañas

Yohan Uribe Jiménez

Con el arranque de las campañas para elegir el próximo mes de junio gobernador y congreso en Coahuila, es inevitable recordar el duro humor con el que el entrañable Groucho Marx nos hacía reflexionar: "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Y ninguna frase se adapta mejor para definir los que hasta ahora hemos visto, impensables alianzas, traiciones, lugares comunes y las mismas promesas que desde hace años se siguen recitando.

Para empezar, hay que recordar que este año el panorama será muy distinto a las elecciones de 2017, cuando compitieron por la gubernatura de Coahuila tres partidos fuertes, el PAN con Guillermo Anaya, el PRI con Miguel Riquelme (quien resultó ganador en los tribunales) y Morena con Armando Guadiana, más un independiente que a fin de cuentas terminó definiendo el resultado, el expriísta Javier Guerrero. Los partidos pequeños, como se avizora este año, no llegaron ni al 2 por ciento el PT y el PRD.

Sin embargo, este año luego de las incomprensibles alianzas, cuya ansia de poder, porque no se explica de otro modo, llevarán a que PAN, PRI y PRD lleguen a las urnas con un mismo candidato, Manolo Jiménez. Mientras que Morena se presentará con Armando Guadiana, un candidato que hasta el momento ha logrado lo que parecía impensable en su partido, unir a sectores que luego de la encuesta parecían haber quedado lastimados en lo más profundo de su ego.

Guadiana descansó cuando el ex alcalde de Torreón Jorge Luis Moran, quien abandera la estructura con la que compitió el ex Subsecretario de Seguridad Pública de la Federación Ricardo Mejía Berdeja, trayendo a sus filas a un diputado federal del PRI y un legislador local del PAN, se alineó con el Presidente López Obrador; sumó al equipo de Luis Fernando Salazar y supo negociar con la dirigencia estatal de un partido que elección tras elección tenía como principal enemigo a sus mismos militantes.

Es evidente que las divisiones y pleitos internos serán un factor determinante en el proceso que se vivirá el próximo mes de junio. Los estrategas de un lado apelan a la división que se supone generará en la alianza "Juntos haremos historia" el Partido del Trabajo, que históricamente en Coahuila nunca ha llegado ni a un 2 por ciento de los votos. Mientras que los estrategas del otro lado esperan que con las negociaciones de la Alianza "Va por Coahuila", los diputados y alcaldes priístas que no se podrán reelegir este ni el próximo año, rompan filas y no trabajen para que triunfen los candidatos del PAN.

En los primeros días de registro de candidatos, los acarreos, funcionarios públicos aplaudiendo, en uno y otro escenario, han permitido vaticinar que este año se verá más de lo mismo. Basura con propaganda electoral ensuciando la ciudad, funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno abandonando sus obligaciones para hacer campaña y molestos comerciales en radio y televisión que terminan por hartar al ciudadano, que impotente tendrá que observar el millonario despilfarro de recursos públicos sin autoridades que hagan aplicar la ley.

A falta de verdaderos observadores, fiscalías especializadas que si funcionen e iniciativas de la sociedad civil que inviten a reflexionar y no se disfracen de activistas para buscar enriquecerse y después ubicarse en el gobierno que resulte ganador, no queda más que apelar a la conciencia de los coahuilenses para que evalúen las plataformas de gobierno, los programas con los que buscarán llegar al poder en lugar de hacer eco a la guerra sucia que ya empezó y amenaza con fastidiar más que de costumbre.

El PRI apelará a la seguridad de la que goza Coahuila en la actualidad como su principal bandera. Morena a que los programas sociales con ellos en el gobierno llegan a los más necesitados hallan o no elecciones. Sin embargo, será necesario evaluar otros tópicos que también hacen parte de un gobierno, inversión pública, infraestructura, saludo, educación y hasta algo que a los políticos no les interesa, la cultura. Temas que tendremos que analizar para tomar una decisión con elementos.

Lo que no se deberá permitir en ninguna circunstancia es que los empleados federales, estatales y municipales, abandonen sus deberes como servidores públicos para hacer campaña, si de algo han servido las redes sociales es para que nos demos cuenta de ello, por lo que será deber no solo de las autoridades, quienes también politizarán todo, sino de los ciudadanos, estar atentos y dispuestos a denunciar conductas que no se pueden soportar más. El condicionamiento del voto, las amenazas y la persecución, no pueden seguir siendo la herramienta que mantenga en el poder por años a un partido.

@uyohan

Escrito en: públicos, hacer, Coahuila, próximo

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