EDITORIAL

No hagas cosas buenas...

Enrique Irazoqui

Como estaba cantado, el saltillense Manolo Jiménez Salinas se hizo con la candidatura del Partido Revolucionario Institucional, al darse a conocer los resultados de una encuesta de posicionamiento de los entonces aspirantes a suceder al ingeniero Miguel Ángel Riquelme Solís.

Con el resultado en la mano, Manolo ha renunciado a su puesto como Secretario de Desarrollo para observar lo que marca la ley electoral que obliga a renunciar a los aspirantes a candidatos meses antes de que se celebren los comicios respectivos.

Así pues, se continúa en marcha con la ruta que el propio gobernador Riquelme trazó con inusitada antelación: su propia sucesión.

Y la gran decisión para él fue designar a su delfín, lo cual claramente definió desde hace más de dos años. Cuando Jiménez Salinas presidía el ayuntamiento de Saltillo, cargo que ganó en elecciones en 2017 (cuando apretadamente el actual gobernador triunfó para su cargo) y tuvo que volver a las urnas apenas un año después amén de las reformas hechas a nivel nacional años atrás que obligaban a las entidades federativas empatar al menos uno de sus procesos electorales locales con el calendario nacional. Coahuila eligió que las alcaldías fueran las que se igualaran y por ello se tuvieron esas administraciones de un año en 2018, para volver a los trienios municipales del 2019 al 2021, y así en este último año, nuevamente elegir presidentes municipales a la par de las votaciones para la renovación, o en su caso reelección de los integrantes de la Cámara de Diputados y dar cumplimiento a las disposiciones en la materia.

Con esas circunstancias, el hoy precandidato a gobernador por el PRI volvió a ganar en 2018 como lo había hecho un año antes, aunque con mayor ventaja. Se desempeñó destacadamente en los 4 años que fue presidente y se intentó incluso reelegir una vez más, buscando que se le diera interpretación a las reformas que habían abierto la reelección para un periodo inmediato solamente, pero en Coahuila, por haberse tratado de una alcaldía de un año más otra de tres, la intentona era que el espíritu reeleccionista permitiera a Manolo gobernar más allá de los cuatro años, por lo que los tribunales en la materia negaron ese intento, y por ello el hoy candidato virtual del PRI al gobierno del Estado dejó su cargo como máxima autoridad municipal en Saltillo el 31 de diciembre de 2021.

Todavía no se enfriaba la silla que apenas había dejado Jiménez cuando Riquelme Solís lo nombró titular de la Secretaría de Desarrollo. Si desde que el propio gobernador intentó que se religiera como presidente para un tercer periodo consecutivo para seguir en un necesario reflector político para su trayecto hacia la gubernatura, la designación ahora de la cartera de asistencia social estatal ratificaba una vez más que el exalcalde capitalino era su único proyecto.

Esta semana todo esto ha quedado atrás y ya con la candidatura prácticamente en la bolsa, (faltan los trámites de rigor que sencillamente se observarán) ahora es momento de voltear a ver el escenario versus los otros partidos, fundamentalmente a Morena y los suyos. Y para fortuna de Jiménez las circunstancias hoy parecen inmejorables.

Morena se decidió por el senador Armando Guadiana Tijerina, folclórico personaje oriundo de Múzquiz quien además de ya contar con sus años encima, parecía que no era el favorito de los funcionarios de alta posición en su partido puesto que la impresión es que el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja era quien se haría con la candidatura, lo que suponía que de haber ganado Mejía, se contaría con el apoyo del gobierno federal, circunstancia que obviamente no logró siquiera configurarse.

Además, para suerte de Jiménez, se ha oficializado la alianza PRI-PAN-PRD para las elecciones del Estado de México y del propio Coahuila, lo que algo sumará, aunando que el partido de Unión Democrática de Coahuila (UDC) con presencia importante en el norte del Estado anunció que irá en alianza con el Partido Verde, que suele participar a nivel federal con Morena. Igualmente, Movimiento Ciudadano irá en solitario por lo que Morena sólo será acompañado aparentemente con Partido del Trabajo.

Con todas estas circunstancias hoy por hoy parece que el gobernador tiene garantizada la sucesión deseada por él y en tanto Manolo Jiménez Salinas ve cada más segura la posibilidad de sentarse en la silla que hasta el 30 de noviembre del presente año calentará Miguel Riquelme.

Escrito en: Jiménez, gobernador, Manolo, Riquelme

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