EDITORIAL

Año 2023

YAMIL DARWICH

Sin duda, los mundanos vamos cambiando y estamos virando para construir una nueva cultura que redefinirá las formas de vivir. Dialoguemos sobre las posibilidades del naciente 2023.

Se empieza a hablar sobre un nuevo concepto que intenta definir al mundo del siglo XXI: el "Post Neoliberalismo", advirtiendo la importancia de analizar -esperemos sea así- lo que sucede más allá de política y economía global, refiriéndose a la inclusión del concepto "Cultura Mundial".

Recordemos que el neoliberalismo fue la implantación de una teoría política y económica que buscaba empoderar los procesos económicos sin intervención del estado; pretendía favorecer la inversión privada para que ésta generara empleo y que con ello mejoraran las condiciones de vida de todos.

De hecho, no era una mala postura filosófica-económica; se trataba de elevar la productividad, favorecer la capacidad adquisitiva del ciudadano común y acelerar el círculo de la economía mundial, que no es aspiración maliciosa.

No se tomó en cuenta la inmoralidad de quienes, favorecidos por el poder económico/material, abusan para enriquecerse brutalmente, empobreciendo a la mayoría, llevando a la pobreza al menos a un 40 % de los humanos.

Le comparto algunas cifras de la ONU que influyen en el 2023:

Más de 1000 millones de humanos viven con menos de un dólar diario -recuerde que $1.9 dólar es medida de pobreza-; 2,800 millones, cerca de la mitad de la población mundial, con menos de 2 dólares; 448 millones de niños sufren de bajo peso -favorecedor de enfermedades-; 876 millones de adultos son analfabetos, siendo dos terceras partes mujeres; diariamente mueren 30.000 niños menores de cinco años por enfermedades que podrían evitarse; más de 1000 millones de personas no tienen acceso al agua potable.

En contrario: 20% de la población mundial posee el 90% de la riqueza y las diferencias tienden a acrecentarse.

Las guerras se pelean para arrebatarles a algunos lo codiciado por los otros, inmoralidad de poderosos con pobreza moral extrema.

Claro que hay factores como las pandemias y guerras inhumanas -Rusia/Ucrania-; nosotros tenemos dos agravantes más: corrupción y pésimo gobierno.

Nuestra realidad nos lleva a recordar otros ciclos donde los imperios dominantes debieron ceder "por el bien de todos" y también de ellos mismos; los florecimientos, decadencia y caídas de grandes dominantes son ejemplo; entre ellos: España e Inglaterra coloniales y ahora los Estados Unidos de Norteamérica, con sus aliados, la OTAN.

También existen otros abusivos: la URSS, hoy día Rusia y la corrupción China. Ninguno queda fuera del señalamiento denigrante.

Siendo así, podemos entender los porqués del agotamiento del ciclo neoliberal, que ya manifestaba choques y rupturas desde el siglo XX; además participó la crisis económica.

Revisemos otras realidades:

El poder está escapando de las manos de los gobiernos y los grandes empresarios lo están tomando. Solamente una cadena de tiendas de supermercados administra más dinero que varios de los estados más pequeños de Latinoamérica.

La crisis política es evidente y el bandazo de derecha a izquierda se explica por el abismo interpuesto entre ricos y pobres. Desafortunadamente existe sufrimiento y los errores los estamos pagando con creces, debiendo entregar el poder a los populistas.

Desviamos la vista ante la importancia del humanismo propuesto por la propia ONU: "atender a los pobres por propia conveniencia de los ricos". El populismo es consecuencia del abuso imperante en Latinoamérica.

La crisis moral -referida a usos costumbres- irá más allá de la decadencia religiosa, favoreciendo la aparición de diferentes sectas que fingen seguir principios filosóficos y humanistas; la devoción a la "santa muerte" es ejemplo.

Veremos cambios importantes en cuestiones de nuevas reglas de negocios, como los manejos monetarios diferentes -coinsbase-.

Lucha por el control de nuevas tecnologías; desafortunadamente, también las orientadas a la guerra.

Crecerá el promovido consumismo mundial.

Más discursos políticos/demagógicos abusivos, prometiendo empoderamiento a los pobres y clases trabajadoras.

Nuevos profetas populistas empobrecedores, que aprovecharán oportunidades políticas.

Cambios en usos y costumbres sociales llevarán a reformar leyes.

Intencionada promoción para incremento de la superficialidad a costa de la salud psicosocial.

Radicalización entre ricos y pobres, de izquierda y derecha.

Reforzamiento de minorías agresivas, pretendiendo imponer sus ideas, denigrando a oponentes.

Choque generacional.

Cuestionamientos anti-religiosos y nuevas tendencias de librepensadores liberales.

Mayor invasión del espacio sideral y contaminación.

Posible intento de la plutocracia -gobierno de los ricos- para establecer otras formas de control abusivo sobre las mayorías y, lo más doloroso, la diferenciación de territorios como ricos y pobres, con medidas de seguridad para impedir invasiones. Recuerde que ya existen muros -no solo de ladrillo- en diferentes partes del mundo y nosotros padecemos el muro fronterizo con EUA.

Desafortunadamente nos tocó vivir el extremo del movimiento pendular social, pero habrá que esperar que "pasada la mayor oscuridad venga la luz".

Esforcémonos cuidando a los nuestros, pero comprometidos socialmente en este año 2023. ¿Le parece? 

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Escrito en: millones, política, diferentes, ricos

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