EDITORIAL

Ciberseguridad, la estrategia empresarial

SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS

En un proceso tecnológico irreversible, el sector empresarial tiene desafíos radicalizados durante casi dos años de pandemia. Los delincuentes afinaron estrategias de carácter digital en su proceso continuamente renovado de afectación patrimonial del prójimo.

Empresarios, estratos medios y populares, todas y todos requerimos estrategias efectivas a cargo de personal especializado, pero también podemos beneficiarnos de la provisión de una creciente literatura y asesoría accesible gratuitamente para prevenirnos de los riesgos. Ahí están los materiales de la Condusef, los bancos más sensibles a la necesidad ciudadana, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y el propio Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México.

La digitalización de la actividad económica trajo consigo la necesidad de inversión en ciberseguridad, estimada en 2021 en México arriba de los 8 mil millones de pesos y con una previsión de incremento de 3% para este 2022.

México se ubica entre los primeros lugares de América Latina en mecanismos de seguridad, además de contar con leyes actualizadas principalmente en protección y uso de datos personales, pero también entre los que mayor número de ataques reciben y de ahí el monto en inversión que realiza, en sectores público y privado.

En el primer semestre del año, se registraron más de 91 mil millones de intentos de ciberataques en Latinoamérica, de acuerdo con estudios del sector tecnológico.

Los ciberdelincuentes intentan concretar la mayor transferencia de riqueza económica de la historia, a partir de la intervención exponencial en sistemas y equipos. En 2021 los ataques de ransomware se han duplicado, algunos son expuestos públicamente y otros cerrados por las víctimas, para reducir el riesgo de una crisis empresarial o en el sector afectado, mediante la filtración de datos o alteración de información.

Cifras del mercado global estiman una afectación del cibercrimen en la economía mundial de 8 billones de dólares para el 2022, una cifra mayor en 40% a la dedicada a la protección en ciberseguridad.

Las mejores prácticas digitales parten del trabajo personal. Desde el cuidado de nuestros datos, dispositivo móvil, interacción en redes sociales y, muy importante, la integración a una red de seguridad que comparta conocimiento para enfrentar y resolver casos de phishing, sexting, extorsión, hasta hackeo y robo de datos.

A nivel nacional, el 10% de las tentativas de extorsión y el 31% de las de fraude todavía se consuman, de acuerdo con datos del Consejo Ciudadano. En la Ciudad de México -donde la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum impulsa una estrategia de seguridad que incluye la dimensión de los riesgos virtuales- el fracaso en las tentativas asciende a 91% en extorsiones digitales y a 89% en fraudes.

El riesgo al que nos enfrentamos en la web, por específico que parezca, es oportunidad para construir una cultura compartida de la prevención que habrá de reforzarse en el año que inicia.

Twitter: @guerrerochipres

Escrito en: mayor, datos, sector, empresarial

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