Artista lagunero Martín Estrada Márquez reflexiona sobre intimidad compartida

La intimidad compartida es el eje temático de la nueva exposición del artista lagunero Martín Estrada Márquez, titulada Un día desperté preguntándome cómo has estado, misma que será inaugurada la noche de este viernes 22 de octubre en la Galería de Arte Contemporáneo del Museo Casa del Cerro, en punto de las 19:00 horas.

Graduado como sociólogo de la Universidad Autónoma de Coahuila (UadeC), el artista busca precisamente crear enlaces entre la sociología y el arte, tomando a esta disciplina como marco teórico y a la práctica artística como medio de su praxis.

Es de ahí que surge el interés que nutre a la columna vertebral de su reciente muestra, pues uno de los campos más estudiados en la sociología es el relacionado a la esfera pública y la esfera privada. Pero el arte encuentra salidas más abiertas al mismo tema.

“A final de cuentas creo que hoy en día hay una intimidad compartida. Podemos pensar en las redes como un espacio muy íntimo, pero la cuestión de la privacidad caer un poco de lado, por eso me gusta pensar en el concepto de intimidad compartida. Y creo que en las redes sociales encontramos eso, esa intimidad compartida”, comenta el artista en entrevista.

El proceso de esta muestra data de 2018. Martín Estrada Márquez narra que todo comenzó mientras estudiaba en un programa de fotografía contemporánea. Desde entonces tuvo inquietud por abordar estos temas a través de su obra. Por tal motivo, logró entrar a cámaras web y de vigilancia hackeadas o mostradas públicamente a través de internet.

“Empecé a apropiarme de imágenes de las cámaras, de paisajes, de escenarios como que sea íntimos, como casas, ventanas y demás, a tomar captura de videos de esos lugares, y también capturas fijas. De esa manera fui recopilando un archivo en el cual podía ver perfectamente a alguien en otro lado del mundo y esa persona ni cuenta”.

Cada cierto tiempo, el artista entraba a las mismas cámaras y le pareció preocupante que algunas de ellas siguieran exhibiendo la intimidad de las personas hasta la actualidad. También le surgió otra reflexión más relacionada con la intención del ser humano de vulnerarse al mostrarse.

“Me empecé a acordar de cómo nosotros nos manejamos en las redes sociales. Todo el tiempo nos estamos mostrando con nuestros propios dispositivos de vigilancia, que son los teléfonos celulares. Entonces pasé de las cámaras de vigilancia tal cual a reflexionar sobre los dispositivos de vigilancia”.

La muestra se divide en dos partes: una donde se maneja la parte del archivo, en el que se recopila y muestra una bitácora de vigilancia, aquí se imprimen paisajes captados por las cámaras de vigilancia y el autor realiza apuntes a través de máquinas de escribir, a modo de bitácora. También se incluyen impresiones en acetatos, mismos que proyectados mediante un dispositivo para este tipo de soportes. Por tal naturaleza, estos acetatos pueden ser manipulados por el mismo público.

La otra parte de la muestra está relacionada respecto a la reflexión del artista de cómo el ser humano se muestra en las redes. Este apartado consiste en esculturas multimedia que por un lado abarcan referencias a la historia del arte, sobre las naturalezas muertas que narran las vanitas: cadáveres, calaveras o flores echándose a perder.

“Lo que hice fue tomar ese referente en la historia del arte para mostrar como el interés y la preocupación, que ha existido en la humanidad, de reflexionar sobre cómo ese proceso natural que es la muerte llega a pasar. Pero mi interés aquí es reflexionar sobre lo mismo, utilizando esa simbología, pero a través de aparatos de vigilancia”.