El exguerrillero chileno Raúl Escobar Poblete, acusado por el asesinato del senador ultraderechista Jaime Guzmán en 1991, fue extraditado desde México y llegó a Santiago en la madrugada de este jueves para afrontar su proceso ante la Justicia.
"Esto obedece a tratados bilaterales de Chile con México, y tanto Cancillería como el Poder Judicial han logrado finalmente su extradición", afirmó el inspector de la Policía de Investigaciones, José Ortiz Sandoval.
Escobar Poblete, conocido como el "comandante Emilio", será custodiado por Gendarmería y puesto a disposición de la Justicia chilena de forma "temporal" para después ser devuelto a México, donde cumple una condena de 60 años de prisión por otros delitos.
Antes de pisar los tribunales, el exguerrillero ingresará a cumplir prisión preventiva en el centro penitenciario Santiago 1 de la capital para someterse a una cuarentena preventiva siguiendo los protocolos de la COVID-19, informaron desde el Poder Judicial.
El acusado fue líder de una célula del grupo de ultraizquierda Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) durante una época convulsa del retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y se le acusa de ser uno de los asesinos del ultraderechista Guzmán, ideólogo del régimen militar.
Fundador de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) -uno de los cuatro partidos que integran la actual coalición gubernamental-, Guzmán fue disparado cuando salía de dar clase y murió horas después en un hospital.
Escobar Poblete logró esconderse en Guanajuato (México) durante 20 años bajo la identidad falsa de Ramón Alberto Guerra Valencia acompañado de otros compañeros del FPMR hasta que, en mayo de 2017, fue detenido y condenado a 60 años de prisión por un juez mexicano por el secuestro de una ciudadana francoestadounidense.
Al conocerse la detención, el Gobierno de Chile solicitó su extradición y, aunque México se la concedió el 26 de noviembre de 2018, el comandante Emilio batalló en los tribunales para no ser enviado de vuelta a su país.
"Es importante hacer comparecer a los asesinos de un senador en democracia. Es bueno para la confianza en las instituciones aunque sea con 30 años de retraso", agregó el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
El otro autor material del homicidio, según las autoridades chilenas, es Ricardo Palma Salamanca, que reside en Francia con asilo político otorgado por las autoridades galas, y es considerado uno de los prófugos más buscados tras huir en 1996 en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago.
Como autores intelectuales figuran varios miembros de la jefatura político-militar de la agrupación: Galvarino Apablaza, que sigue también prófugo en Argentina, Mauricio Hernández Norambuena, que fue extraditado desde Brasil y cumple dos penas de 15 años, y Juan Gutiérrez Fischmann, que se sospecha que vive en Cuba.
"Hemos esperado más de 30 años para que este crimen no quede impune (...) Esto es un hito muy relevante para que se haga justicia", afirmó el miércoles un comunicado de la UDI.