EDITORIAL

Patos

Diálogo

YAMIL DARWICH

Es dicho popular: ¿cuál es ese animal que nada como pato, tiene alas y cuerpo de pato, pico de pato y hace cuac cuac?... la respuesta inevitable: un pato. Así podríamos calificar las acciones y declaraciones de la 4T en relación con el destino de nuestro país.

Después de tres años de gobierno, no queda la menor duda sobre el propósito populista del gobierno de AMLO y para ello se ha estado valiendo de todos los recursos y acciones que le permitan llevar a buen fin su interés por provocar un cambio radical, hacia la izquierda-populista.

Somos un pueblo que ha sido sometido por aperturas democráticas aparentes en la que los poderosos económica y políticamente han manipulado nuestro destino, siempre en beneficio personal, aún con perjuicio del pueblo; sin embargo, siempre hemos defendido la libertad, en todas sus manifestaciones. Nada ha cambiado.

También hemos hecho nuestro el respeto a la libertad y libre decisión de los otros pueblos.

No por nada nos quedó como herencia aquello de "el respeto entre los individuos como entre las naciones es la paz", regla de oro que posteriormente fue ratificada con la Doctrina Estrada, en 1930, cuando México apoyó la libre determinación de los pueblos.

Ahora, nuestro presidente López, intenta crear una Comunidad Económica de América Latina y el Caribe (CELAC) que, según sus declaraciones en tal foro, de fondo, busca girar hacia la izquierda a Latinoamérica y el Caribe.

Ofensivas las distorsiones entre la verdad y lo declarado en la citada reunión, cuando se habla de democracia y se entroniza a dictadores de Cuba y Venezuela, aunque reconozco que es evidente la conveniencia de la utopía: una comunidad latinoamericana y caribeña, libre y equitativa, ideal hermoso, aparentemente irrealizable, conociendo las grandes diferencias entre las naciones.

¿Habrá "un pato" escondido en tal propuesta y que existan influencias de las grandes potencias? Lo cierto es que la dictadura cubana se beneficia al encontrar otra fuente de ingresos para sostenerse en el poder.

Salvo nuestra intervención, básicamente simbólica, durante la Segunda Guerra Mundial, en los últimos tiempos nos hemos mantenido ajenos a tomar posturas agresivas contra otras naciones, política que ha cambiado en el presente sexenio.

No confundamos el principio de derecho de expresar nuestras ideas en foros políticos internacionales, con la de tomar partido a favor de unos con la agresión a otros. AMLO no lo entiende.

Ya durante los festejos de la Independencia de México, nuestro presidente López, no solo agredió de nueva cuenta y con mayor virulencia a España; ahora, se declara enfáticamente a favor de la dictadura cubana y agrede a los Estados Unidos de Norteamérica -nada nuevo, el PRI durante la "dictadura perfecta" también lo hizo, aunque en términos mesurados.

La invitación al dictador Miguel Díaz-Canel a nuestros festejos de Independencia, nombrándolo "invitado especial", fue más allá de la simple galantería política; resultó ofensivo para el pueblo mexicano, porque no censuró la represión y que, además, se le permitió mentirnos cínicamente sobre la realidad de su país. Irrespeto absoluto.

Nuestro presidente, en su discurso independentista, pronunció un intento de "regaño" a los norteamericanos: "se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno" y más adelante advirtió que de prevalecer esa "perversa estrategia", se convertiría en "un triunfo pírrico, vil y canallesco".

El citado bloqueo es aparente y utilizado como justificación de la dictadura castrista ante el mundo, ocultando la realidad. Según cifras aportadas por expertos internacionales, el intercambio comercial Cuba-EUA, es de los más importantes, luego de China y Rusia.

Nuestro presidente, omitió mencionar los graves daños que produce la dictadura cubana al pueblo y tampoco anotó la deshumanizada persecución que sistemáticamente sostienen contra los opositores. No olvidemos la represión del 11 de julio, sofocada con inhumana violencia, promovida por el mismo Díaz-Canel, con su arenga: "la orden está dada, a la calle los revolucionarios". Golpes, heridos graves, muertes… y sometimiento.

Los mexicanos enterados no deseamos ir hacia el socialismo/populista; también es claro que repudiamos el sometimiento ante los EUA y rechazamos la corrupción crónica, que ha imperado a través del tiempo, incluidos todos los partidos políticos, hasta el presente.

Mucho menos aceptamos tomar la grave responsabilidad del loco sueño de crear/financiar un "estado bolivariano" a costas de la economía nacional y que, por el contrario, queremos que nuestros gobernantes atiendan, sin politiquerías y honradez, nuestros intereses económicos, políticos y sociales. ¿Ilusa la esperanza?

Cuba y Venezuela son únicamente dos casos evidentes del desgraciado error del manejo ideológico en las naciones latinoamericanas y es tiempo de retomar el rumbo hacia la productividad y prosperidad a partir de la administración pública sensata, o… ¿Usted que piensa?

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Escrito en: dictadura, hacia, pueblo, hemos

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