Tiana Lowe visitó una tienda IKEA en Cheshire, un condado de Inglaterra, y creyó que aprovechaba una oferta al encontrar por una libra, unos 28 pesos, la que creía una bandeja para hornear.
Al regresar a casa, la joven de 24 años decidió poner su nueva adquisición en uso pero para su sorpresa, poco después de usar la bandeja para cocinar tortitas de papa, ésta comenzó a derretirse dentro el horno.
Resulta que no había comprado una bandeja para hornear, sino una bandeja de plástico para servir comida, que evidentemente se había derretido al interior de su horno, recoge el diario Mirror.
El plástico derretido goteaba y la cocina se llenaba de humo, según muestra Tiana con las fotografías que publicó en redes sociales. "Hacer que las bandejas para servir parezcan bandejas para hornear", escribió en una página de Facebook, dirigiéndose a Ikea, y aunque varios internautas se burlaron de su error, comentarios subsecuentes señalan que ella no fue la única en derretir por equivocación la bandeja, confundiéndola como apta para meter al horno.
"Debo admitir que no leí la pegatina. No se sentía plástico ni parecía plástico. Se sentía mucho más liviano [que el metal]. Pero pensé que era porque era más pequeño y solo costaba una libra”, explica la joven.
