La lluvia arrastró varios vehículos en la colonia Polvorera de Torreón
La fuerte lluvia registrada la noche del miércoles, provocó que el agua de los cerros corriera por los arroyos de la colonia Polvorera de Torreón y se llevara a su paso varios vehículos y basura, además de meterse a decenas de casas.
Los daños más considerables ocurrieron por el arroyo que corre a lo largo de la avenida México, desde la parte más alta, por la colonia Buenos Aires y que pasa también por la colonia Morelos, en la parte baja.
En la parte alta se forma un cañón entre dos cerros y cuando la lluvia es intensa, el agua baja y corre por dos arroyos, uno en la avenida México y el otro por la avenida Centenario.
Desde las 9 de la noche del miércoles, el agua comenzó a bajar por los arroyos, pero era más fuerte el de la México y poco a poco fue creciendo el caudal de agua que se desbordó y se metía a las casas, no solo de la México, sino por la avenida Gustavo A. Madero, a una cuadra de la avenida México.
Varios vehículos que estaban estacionados en el arroyo de la México, entre ellos un Camaro y un Volvo, fueron arrastrados por la fuerte corriente varias cuadras, hasta que se atoraron en los puentes, pero quedaron muy dañados. Más hacia la parte alta de la colonia Polvorera, se encuentran también las colonias José R. Mijares, Camilo Torres y la Buenos Aires, cuyos moradores también se vieron afectados por las precipitaciones pluviales.
Desde hoy por la mañana, llegaron cuadrillas de trabajadores de limpieza, así como elementos de Protección Civil del estado, al mando del comandante Humberto Rodríguez Bandrés y agentes de la Policía Civil de Coahuila.
El comandante de Protección Civil manifestó que se realizaba la evaluación de los daños en las viviendas y vehículos, por instrucciones del gobernador del estado, a fin de apoyar en todo lo necesario, en coordinación con las autoridades municipales.
Los vecinos de dichas colonias afectadas, se dijeron temerosos de que vuelva a llover con la misma intensidad, ya que el agua corre con mucha fuerza y el riesgo de alguna desgracia está latente.