A lo largo de los años se
encuentran personas tan
virtuosas que se sentiría
la necesidad de expresar,
por ellas, la sentencia de
Sor Juana arriba citada,
ya que es deseable que se
prolongue la existencia de
la gente plenamente dotada de características asociadas con la bondad para
que se extienda por todos
los ámbitos de la sociedad
este valor y el ejemplo de
individuos bondadosos.
La sentencia sorjuanina de “será justicia / que
vida tan buena / tenga
buena vida”, aparte de su
atinado contenido –se habrá notado–, es de una sonoridad peculiar.
Esta se
debe a que la Décima Musa la ha construido recurriendo a un juego de palabras.
No es excepcional
que recurra a algún malabarismo lingüístico para
enriquecer con efectos literarios su obra. Por el contrario, los usa con frecuencia.
Es característica acentuada en la corriente del
barroquismo en el que Sor
Juana es cumbre.
Aquí su
juego consiste en repetir
las palabras buena y vida
colocadas de manera diversa, con lo que consigue
uno de los atributos de la
poesía que es la sonoridad
grata. Se completa la intención sonora con la rima
asonante que hacen las palabras justicia y vida (i-a).
Con seguridad muchos
lectores coincidirán con el
buen deseo de la sentencia
de La Americana Fénix,
quien la escribió para loar
las virtudes de la virreina
condesa de Galve con motivo de su cumpleaños y es
recitada por el personaje
que representa la nota musical La, en un poema teatral.
También coincidirán
en que sirve para hacer reconocimiento de cualquier
persona.
Para todos, Sor
Juana dice “será justicia /
que vida tan buena / tenga
buena vida”.