Cuida tu consumo de alcohol esta temporada decembrina

Durante la época de fiestas como la Navidad y Año Nuevo se incrementa el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas, por lo que se recomienda a quienes deseen ingerir este tipo de productos no beber más de dos copas de ron, brandy o tequila, no más de cuatro cervezas chicas o tres vasos de vino de mesa y de preferencia diluidas.

Es importante también subrayar que se debes consumir alimentos antes de ingerir una bebida alcohólica, ya que la comida disminuye la ansiedad de tomar; si llegas al estado de ebriedad, debes quedarte en el lugar donde estás hasta que se te pase el efecto y de preferencia designar un conductor y evitar que tome alcohol.

No mezclar las bebidas alcohólicas con medicamentos o sustancias tóxicas y no adquirir las bebidas en lugares peligrosos o de dudosa procedencia porque tienen alta posibilidad de estar adulteradas y ocasionar serios daños a la salud.

El consumo excesivo de bebidas alcohólicas en sólo unas horas puede ocasionar serios daños a la salud como hemorragia del tubo digestivo, hepatitis alcohólica o pancreatitis que pueden desencadenar la muerte, incluso en quienes nunca han consumido esta sustancia.

Los efectos del alcohol son inmediatos, ya que la persona presenta conductas desordenadas que se reflejan en agresión verbal o física con armas de fuego o punzo-cortantes hacia la familia, amigos o con quienes se encuentre; así como necedad de conducir en ese estado. Estos son los problemas de mayor riesgo para morir por esta causa.

El consumo excesivo de alcohol representa un alto riesgo de morir en personas deprimidas, debido a que el estado de embriaguez facilita el suicidio, así como en quienes beben solas porque ante la falta de alguien que controle su consumo, pueden vomitar, aspirarlo por vías respiratorias y morir.

Otras poblaciones con riesgo de sufrir daño y morir son los mayores de 60 años, las personas que combinan alcohol con medicamentos antidepresivos y sedantes o con drogas ilícitas como anfetaminas y cocaína, los que consumen alcohol metílico que causa ceguera y muerte, así como por pulmonía ocasionada por permanecer mucho tiempo tirado en la calle.

El consumo excesivo de bebidas embriagantes también puede tener efectos adversos en el estómago, causar gastritis y daño al hígado a través de una hepatitis alcohólica. Mientras que las secuelas de la embriaguez se manifiestan en la llamada “cruda” o resaca, que se acompaña de dificultad para dormir, malestares digestivos y, en general, dolor de cabeza y náusea.

Son pocos los casos, pero hay personas que requieren atención médica inmediata ya que presentan hemorragia del tubo digestivo, pulmonía, fractura por caída o por estado de supresión alcohólica, debido al alto grado de intoxicación del organismo que conlleva a caer en coma y perder la vida. Otros no logran recuperarse del daño a la salud después de dos o tres días por beber en exceso, por lo que requieren atención médica.

Situaciones de este tipo se registran más en jóvenes de 20 a 24 años de edad, quienes por la etapa que atraviesan, al consumir alcohol en exceso se desinhiben y desarrollan conductas temerarias y agresivas, como manejar a alta velocidad e incluso competir con sus amigos.

Las personas de menos peso, las mujeres y quienes no ingieren alimentos son más vulnerables a embriagarse con poca cantidad, debido a que el alcohol sube más rápido al cerebro y produce efectos.

No hay sustancia o medicamento que disminuya el estado de embriaguez porque el alcohol se tiene que metabolizar en el organismo y a mayor cantidad, es más el tiempo que se requiere, por lo que se sugiere a la persona que alcance ese estado: vomitar, comer algún alimento o tomar un poco de café para disminuir el malestar.