Reitera rechazo al rearme de las FARC
El exlíder de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", rechazó el regreso a las armas anunciado la semana pasada por disidentes del grupo guerrillero, encabezados por Iván Márquez, Jesús Santrich y El Paisa.
"Nos unimos al clamor nacional de rechazo a la decisión tomada por este grupo de personas que constituye una violación de los compromisos pactados en el acuerdo de paz", indicó Londoño, quien ahora dirige el partido FARC, surgido tras la desmovilización de la guerrilla.
El exlíder rebelde emitió su mensaje ejerciendo el derecho a réplica establecido en el Estatuto de Oposición, una de las reformas políticas incluidas en el acuerdo de paz, que permite a las bancadas opositoras responder las declaraciones presidenciales usando el mismo tiempo y medios de difusión que el presidente Iván Duque.
En su mensaje, Londoño afirmó que los "probados incumplimientos del Estado, no pueden ser respondidos con otros incumplimientos".
Asimismo, recordó que los acuerdos de paz, firmados en La Habana, Cuba, en 2016, son respaldados tanto por la comunidad internacional como por los colombianos, que consideran que solo con el diálogo y la profundización de la demócracia se puede construir un país mejor.
"Los que queremos la paz somos muchos más y tenemos la obligación de no desfallecer", sostuvo Londoño, quien precisó que el 95 por ciento de los desmovilizados de las FARC están comprometidos con la paz e inmersos en el proceso para su reincorporación a la vida civil.
El líder opositor llamó además al gobierno a cumplir todos los puntos del Acuerdo Final de Paz, ya que "no se trata solo de ofrecer certezas para la reincorporación socioeconómica y política de los exguerrilleros. El acuerdo es ante todo es una ruta para una paz estable y duradera a nivel territorial".
Destacó la importancia de implementar la Reforma Rural Integral y la reforma política, así como garantizar el derecho al ejercicio político de los exguerrilleros y los líderes sociales, poner fin al paramilitarismo, y apoyar a las más de 90 mil familias que se comprometieron con la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.