Solo el 8% de la población está vacunada en Monclova
Con 186 vacunas de refuerzo aplicadas este viernes, todos los trabajadores de la salud de primer y segundo nivel del servicio público quedaron inmunizados contra el COVID-19, sostuvo el director del Hospital Amparo Pape de Benavides, doctor Ángel Cruz García Rodríguez en el módulo instalado en ese nosocomio.
El galeno explicó que en Monclova apenas el ocho por ciento de la población fue inmunizado, por lo que todavía falta mucho tiempo para poder bajar la guardia.
Explicó que para que la población llegue al nivel de inmunidad “rebaño” es necesario que por lo menos el 70 por ciento esté vacunado.
En torno al personal médico, indicó que el 95 por ciento fue vacunado, el cinco restante corresponde a trabajadores que sufren alguna alergia, se encontraban enfermos o declinaron la inmunización.
Son las 186 dosis aplicadas este viernes las ultimas que se aplicarán en Monclova al personal de salud pública de los tres ordenes de gobierno.
"Regresa la confianza"
Por otro lado indicó que está regresando la confianza de la ciudadanía a los hospitales, sostuvo
El semáforo COVID está en verde y la gente está acudiendo nuevamente a los centros de salud a consultar sobre sus diferentes enfermedades, explicó el galeno.
Afirmó que en meses anteriores la población evitaba acudir a los hospitales por temor a ser infectados de COVID-19, situación que en últimos días cambió radicalmente.
Agregó que actualmente hay más confianza porque casi todo el personal de salud está vacunado y se redujo el riesgo de contagios, “pero no hay que bajar la guardia” dijo.
El personal del Hospital Amparo Pape suma 680 trabajadores, de los cuales el 95 por ciento ya recibió las dos dosis del biológico contra el Coronavirus, indicó.
Regañan a personal de salud
El director del hospital Amparo Pape regañó al personal de salud que hacía fila en espera de la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Doctores, enfermeras y trabajadores de centros hospitalarios públicos esperaban su turno para vacunarse, pero sin mantener la distancia establecida de 1 m y medio entre una y otra persona.
García Rodríguez les dijo que si no respetaban las normas sanitarias establecidas, suspendería la vacunación. Les hizo ver que como profesionales de la salud deberían conocer las medidas preventivas para evitar el contagio.
Indicó que son, como empleados públicos ejemplo a seguir de la ciudadanía, pero el desorden que ellos mismos ponían a la entrada del hospital reflejaba una mala imagen de los propios médicos y enfermeras.