Dadas las penosas circunstancias,
Dark Tranquillity tuvo que anunciar
la cancelación de su gira por Norteamérica; en el cartel, ya aparecía la
imagen de su nuevo disco (aún por
salir).
La banda sueca tenía agendada
una gira 2021 con más de 20 fechas
programadas para visitar diferentes
ciudades de Estados Unidos y Canadá.
Debido al rebrote del virus maligno, han tenido que dar marcha atrás.
Desde hace algunas semanas, los
sitios oficiales de DThan compartido
un par de videos como adelanto de lo
que será Moment, su duodécima producción de larga duración. Los temas que al momento hemos escuchado llevan por nombre Identical to None y Phantom Days, ambos (me parece) con el sonido “clásico” del grupo.
El disco en cuestión saldrá a la luz el
20 de noviembre, misma fecha que escogió Iron Maiden para lanzar su homenaje a México, con el nuevo ‘live’
en su haber.
El mundo ha tratado de continuar. Hace más de 7 meses, en nuestro país, la vida (como la conocíamos
hasta entonces) comenzó a cambiar.
Primero se nos dijo que nos encerráramos durante 15 días, luego 15 días
más y así… “Han pasado 84 años”.
Hay quienes, a la fecha, “no han
entendido”, dicen. Hay quienes, aunque quieran o intenten, han tenido
que salir. La realidad es que la gran
mayoría de las personas, al menos
desde mi percepción, quisieran que
todo volviera a la “normalidad”. Por
eso es que los grupos se han vuelto a
meter al estudio y ya agendaban
tours para el año venidero. Pero, hasta el momento en que escribo estas líneas, tres países en Europa volvieron
al toque de queda. La alerta sigue. El
momento crítico regresa.
¿Quién no quisiera volver a sentir la adrenalina de una presentación
en directo? ¿Cuánto tiempo más tendrá que pasar?
Por estos días, los compas de Halcón 7 tuvieron participación en los
‘streaming’ del México Metal Fest.
Creo que lo hicieron de manera muy
destacable y dejaron una grata impresión para los que todavía no tenían el gusto, pero no es lo mismo;
quisiéramos estar frente a un escenario. En vivo.
Estuve, por estos días, recordando algunos de mis conciertos importantes. En esa lista, no podía dejar
fuera el del 5 de septiembre de 2012.
Para empezar, muchos creían que sería el año del Fin del Mundo… otro
fin del mundo que no llegó.
Mi amigo Irving me había hecho
la invitación (la noche anterior) de ir
a Monterrey a un concierto de Scorpions. Le dije que sí, como quien no
tiene nada mejor que hacer un miércoles de cualquier semana. Quedó de
pasar por mí: “voy a andar en Durango, pero saliendo del jale, me lanzo en
chin… por ti. Te llamo antes”.
El día que tenía que pasar por mí,
pasaban las horas sin novedad.
Cuando dieron las 14:00, pensé que se
había cancelado la cita con el rock. Si
acaso, recibí un mensaje que decía
algo así como “ahorita voy”. Obvio,
pensé que no vendría.
A las 16:00 en punto, escucho el
claxon afuera de mi casa, me asomo
y sí, era mi compa. “¡Vámonos,
güey!”. Le dije que ya no llegaríamos
y solo atinó a decirme: “ándale, wey,
súbete ya”.
Tomé una mochila (por la mera
costumbre, o como para cumplir un
“requisito”) y me trepé a su veloz nave espacial. El concierto iba a hacer
en la Arena Monterrey, en punto de
las 21:00 horas. Sin grupo telonero,
ellos nada más.
Me iré rápido, más o menos como
Irving manejó ese día. Durante el
viaje, la única parada que hicimos
fue porque una patrulla federal nos
invitó a detener el paso, unos minutos. Llegamos a Monterrey, llegamos
a hotel, destapamos una cerveza para relajarnos y de ahí a la arena en
taxi. Sobra decir que no llevábamos
boleto, pero la taquilla aún estaba
abierta. Compramos de los más caros, ingresamos a la arena, hicimos
una nueva parada técnica (baño),
surtimos cerveza y descendimos hasta estar pegados al escenario. Pasaron 5 minutos, las luces se apagaron
y luego, como por arte de magia, estaban ahí los cinco músicos germanos. Un lujo.
La actividad no paró en las siguientes dos horas, o más. Nosotros
no nos movimos de nuestros lugares,
a unos cuantos metros de las estrellas. Se supone que esa era la gira de
despedida de los alemanes, pero todavía unos años después, los volvimos
a ver sacando discos, haciendo tour.
Y la vida siguió, como siguen a veces
las cosas sin importancia. Aquella,
fue una jornada épica.
Hoy, vivimos un año más apocalíptico que el que nos habían prometido los mayas. La buena nueva es
que la música no se detiene; la esperanza, reanudar el tour. #fuerza